Industria que para 2026 alcanzará un valor de casi 70 mil millones de dólares
A pesar de lo técnico que puede ser hablar de Biotecnología, esta disciplina científica ha sido un elemento vital en el desarrollo de la humanidad desde hace más de 6 mil años.
La continua y urgente necesidad de resolver los retos globales en materia de salud, alimentación, uso sustentable de recursos, cuidado del medio ambiente y erradicación de la pobreza, han llevado a los científicos del mundo a explorar los beneficios de la biotecnología en estos campos de interés.
La biotecnología es una disciplina que, sin saberlo, nos rodea diariamente. A decir del Dr. Armando Mejía, Biotecnólogo experto en metabolitos secundarios e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), “todo aquello en donde usamos un producto biológico o algún organismo vivo para obtener un bien o un servicio, es parte de esta disciplina. Desde los vegetales que comemos, hasta muchos medicamentos que usamos tiene un origen biotecnológico”.
En el marco del Día Mundial de la Biotecnología, que se conmemoró el pasado 16 de junio, resulta indispensable reflexionar sobre la relevancia de esta disciplina: “La Biotecnología tiene un amplio potencial y su fusión con otras disciplinas emergentes, como la nanotecnología, la cual podría ser decisiva en la revolución tecnológica que se avecina y nos permitirá no sólo responder a las necesidades de las industrias actuales, sino que podrá redefinir sus procesos e incluso crear nuevos”, explicó el Dr. Mejía.
El repunte de la Nanobiotecnología en México: la alianza entre la academia y la IP
En México, la innovación en el sector de la Nanobiotecnología, ha sido impulsada desde hace más de dos décadas por diversas empresas, como Éviter que ha desarrollado una nano biomolécula capaz de eliminar más de 50 microorganismos patógenos, como hongos, bacterias y virus, incluidos el SARS-CoV-2, Herpes, Adenovirus y Rotavirus, entre otros, de manera segura, efectiva y sustentable.
La rentabilidad de la Nanobiotecnología, industria que para 2026 alcanzará un valor de casi 70 mil millones de dólares, debería ser un incentivo no sólo para la generación de más talento emergente en esta área, sino también para la inversión tanto pública como privada. Cifras de la OCDE indican que el gasto promedio en investigación y desarrollo (I+D) biotecnológico realizado por el sector empresarial alcanza el 7.3%; mientras que, en México, esta cifra sólo alcanza el 1.1%, colocando a nuestra nación en el penúltimo lugar de la lista de países considerados.
Información obtenida de: bccresearch y economia unam