“Para tener éxito en la comunicación de su reporte de RSE, debe contarse con una estrategia de comunicación adecuada y diseñada para cada grupo de interés.”
A medida que las cuestiones relacionadas con la sustentabilidad adquieren mayor importancia para las personas, las memorias de responsabilidad social empresarial (RSE) o desarrollo sustentable se convierten en medios claves de Comunicación. Así se expresaba Mervyn King en 2008, cuando presidía la Junta Directiva de Global Reporting Initiative (GRI), el estándar globalmente más aceptado para presentar informes de RSE. Años han pasado y la práctica empresarial de informar los desempeños social y ambiental va dejando de ser un esfuerzo aislado, en la medida que se alinea a los procesos de gestión sustentable al interior de los corporativos. A pesar de ello, muchos de estos informes continúan sin ser aprovechados en todo su potencial pues se descuida un esfuerzo final, que no por ello es menos importante: darlo a conocer entre todos los grupos de interés. Aunque en términos generales las empresas y corporativos suelen cuidar a detalle el proceso de armado, redacción y diseño de sus informes de RSE, al final consideran que con tenerlo listo se cumplió el objetivo. Y es cierto que una parte del proceso está concluida en este punto, pero es aún el inicio de otra fase que determinará en gran medida la utilidad que tenga ese informe.
Imagen y reputación
Recordemos que la principal motivación que dicen tener las empresas para realizar una memoria de sostenibilidad es, justamente, la mejora de la imagen y la reputación; sin embargo, se siguen
viendo como áreas de oportunidad la utilización de estas memorias como herramientas de comunicación, posicionamiento o marketing, así como la falta de interés que persiste entre la sociedad
sobre estos informes. Para tener éxito en la comunicación de su reporte de RSE, debe contarse con una estrategia de comunicación adecuada y diseñada para cada grupo de interés.