Tras el impulso de la digitalización de los últimos años, se han creado soluciones para apoyar al sector en distintos ámbitos, como el intercambio de información, el seguimiento de unidades y optimización de las rutas.
Históricamente, el ecosistema logístico ha estado dominado por los grandes embarcadores, quienes han establecido las “reglas del juego”. Reglas que únicamente las grandes empresas transportistas, que representan el 5% de la industria, tienen las herramientas suficientes para hacerles frente.
Procesos complejos de cobranza y extensos tiempos para pagar, son algunas de las principales “realidades” que se viven en la industria. Estas dinámicas han hecho que las microempresas transportistas, también conocidas como “hombre-camión” tengan muchos obstáculos para competir, crecer y prosperar.
Pese a que las grandes compañías de transporte no representan ni el 20% del mercado, sólo en los 10 años transcurridos entre 2009 y 2019 estas compañías crecieron un 96%, en tanto las pymes lo hicieron un 30% menos. Pero no solo eso, los transportistas de mayor tamaño lograron acumular un crecimiento de unidades que supera el 100% mientras que el sector “hombre-camión” lo hizo entre un 58% y 68%.
En este escenario es fácil identificar una brecha que lo único que hace es profundizar la crisis en el crecimiento de las pymes del sector autotransporte. De hecho, el tiempo de vida de los pequeños negocios de transporte de carga no supera los ocho años. Muy diferente a la suerte que corren los más grandes de la industria, quienes tienen acceso a oportunidades de expansión debido a que cuentan con el respaldo financiero y administrativo necesario.
Y es ahí donde la tecnología juega un rol clave: “La ventaja competitiva de los transportistas sobre las pymes radica en el acceso a liquidez. La operación diaria implica costos constantes e imprevistos que hay que afrontar, además del alza de tarifas, la demora en el pago de facturas y un retorno lento de la inversión, sólo aquellas compañías que cuentan con respaldo económico sólido pueden subsistir”, explica el Ing. Jaime Tabachnik, CEO y uno de los fundadores de la fintech mexicana Solvento.
Tras el gran impulso de la digitalización que se ha vivido los últimos años, se han creado soluciones para apoyar al sector en distintos ámbitos, como el intercambio de información, el seguimiento de unidades y optimización de las rutas, “es importante también escuchar los dolores reales de los pequeños transportistas, implementando infraestructura de tecnología de pago que facilite el acceso a la liquidez y permita un crecimiento más equitativo para todos los actores del sector”, añade el especialista.
Gracias al desarrollo de este tipo de tecnología, los pequeños empresarios transportistas pueden sentirse tranquilos, porque hoy cuentan con aliados estratégicos que les aseguran un flujo constante para mantener sus unidades funcionando independiente de los desafíos diarios.