El mercado tecnológico es de los más apoyados por la banca mexicana, esto con la intención de innovar, sin embargo, aún hay áreas de oportunidad en el camino hacia la digitalización, enfocado a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), con el propósito de brindar soluciones adecuadas a sus necesidades particulares y una mejor experiencia de usuario en la contratación de servicios como la apertura de cuentas y solicitud de créditos.
El reporte “Pymes, el gran reto digital de la banca mexicana”, determinó que, entre los desafíos para lograr una digitalización exitosa del sector, está la necesidad de convertirse en organizaciones data driven en su toma de decisiones.
“El nivel de madurez digital con que cuentan los bancos tradicionales en México es todavía bajo, comparándolo con otras regiones donde vemos un alto índice de incorporación digital de cuentas”, explicó Rafael Ramírez de Alba, profesor del área de Entorno Económico del IPADE y quien lideró la investigación.
La investigación resalta la gran oportunidad que tiene la banca de reactivar e incentivar a las Pymes por medio de modelos digitales, generando apoyos y lealtad, además de apuntalar a una recuperación económica más rápida.
“Una oferta de productos y servicios basada en la digitalización, y enfocada al tipo de clientes Pymes, tiene una dimensión social que apunta a una mayor inclusión financiera, ya que muchas veces las Pymes tienen poco acceso a fuentes de capital por barreras en su atención por parte de los bancos, por procesos engorrosos para atenderlos”, consideró Rafael
El estudio también determinó que eficientar los procesos y mejorar la experiencia de los clientes del segmento pyme a través de la digitalización traería claros beneficios a los bancos, por ejemplo, la optimización de los procesos, la reducción de costos, elevar los niveles de servicio al cliente y la disminución de pérdidas derivadas de fraudes y riesgos cibernéticos.
Así también, el estudio añade el rol de las Fintechs, como actores disruptivos dentro del sistema financiero, las cuales con una propuesta de valor innovadora están ocupando los espacios que los bancos han dejado de atender.
“La colaboración con empresas tecnológicas en el ámbito financiero ofrece oportunidades de diferenciación e impulsa la innovación en un sector tradicional que tiene necesidad de atender a sus clientes con productos y servicios nuevos en una era post COVID cada vez más digital”, apuntó Rafael Ramírez de Alba.
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