Como líderes, buscamos que nuestros colaboradores trabajen en equipo y lo hagan de manera efectiva. Pero debes saber que se necesitan personas independientes para formar un excelente equipo.
Según Stephen Covey, autor del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, las personas con hábitos de efectividad son piedras angulares para las organizaciones (que quede claro que esto no se logra de la noche a la mañana).
Si has leído alguna vez el libro de los siete hábitos, te recomiendo que lo leas de nuevo, pero desde la perspectiva de la situación actual, con la experiencia de lo vivido en tu empresa y en tu vida, te aseguro que encontrarás información que no habías notado la primera vez que lo leíste.
Una organización constituida por personas que practican los siete hábitos tiene una misión integrada y van hacia un rumbo estratégico, trabajan bajo una perspectiva de ganarganar y cooperan entre los diferentes departamentos, pero, ¿cómo logramos eso?, ¿cómo logramos que el equipo sea efectivo?
Primero, partiremos desde nuestro escenario actual: seamos conscientes de que todo empieza desde el liderazgo de cada persona y desde la alineación de servir al cliente tanto externo como interno. Con este tipo de prácticas desde la cultura del servicio, McDonald’s aumentó 8.7% sus ingresos en México, Costa Rica y Panamá, en el cuarto trimestre del año 2017, a pesar de todo el contexto que ya conocemos que vive la marca, empezaron a elevar la productividad cuidando el bienestar de su activo más valioso: su gente.
Liderazgo como acción
Cuidar el bienestar para elevar la productividad, no se trata solo de que el personal se inscriba en cursos de forma esporádica o de que les demos regalos una vez al año, es un trabajo constante y que debe ser genuino si se pretende obtener buenos resultados a mediano y largo plazo. Las personas se guían con el ejemplo, el liderazgo es acción, no posición, y te diré algo que es el eslabón perdido: cada individuo debe asumirse como líder y todos deben poner de su parte, iniciando con el director y líderes de áreas.
Ninguna técnica de motivación o ningún curso va a funcionar si el cambio no se realiza de adentro hacia afuera por parte de todos. Como decía Napoleón Bonaparte: “El campo de batalla es una escena constante de caos; el ganador será quien controle ese caos, tanto el suyo como el de los enemigos”.
¿Cómo podré controlar el caos de la batalla, sino puedo controlar el caos dentro de mí? Generando hábitos que nos vuelvan personas efectivas, y para ello necesitamos ser seres independientes, con carácter y empatía, de esta forma podremos compartir y ser interdependientes para trabajar en equipo.
Por: Ing. Gladys Esmeralda Verdugo Corona
Directora en C3 Consultoría