Ante la contingencia sanitaria que estamos viviendo, nos damos cuenta que siguen surgiendo elementos que pueden beneficiar a los contribuyentes.
Para nadie es un secreto que las autoridades fiscales cada vez son más intimidatorias, y aumentan su persecución y esquemas de fiscalización día con día. La tecnología hoy, es su aliada fundamental para poder detectar evasiones de impuestos, concretamente, desde el año 2007 la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT) implementó en lo que aquel momento se llamó la plataforma que no era otra cosa que comenzar a capturar en medios tecnológicos toda la información del contribuyente; en un inicio dicha información eran exclusivamente los datos básicos y fundamentales del contribuyente como su RFC, domicilio fiscal, actividad y demás, sin embargo, día a día la información se ve más completa y concisa para que las autoridades puedan tener fiable, inclusive en tiempo real.
¿Qué sucede con todo esto?
Resulta que ahora los contribuyentes, sin excepción, somos parte de la delincuencia organizada hasta que demostremos lo contrario. Esto ha derivado en una crisis de ansiedad fiscal en todos los gobernados; todo mundo se siente perseguido, vigilado, cree que hace todo terriblemente mal, que va a perder sus bienes o su libertad, etc.
Hasta aquí el panorama legislativo hoy Marzo del 2020, sin embargo, existen vías y prácticas totalmente legales que sirven al contribuyente para que siga pagando sus impuestos de manera justa y que se encuentre blindado ante posibles revisiones y vigilancias de las autoridades. ¿Entonces existe una solución para poder tributar con tranquilidad y con seguridad? Sí, para poder llegar a estas soluciones necesitamos recurrir a los aspectos más básicos del derecho en general.
Contingencia económica, sanitaria y social
A manera de explicación pudiera parecer muy simple, pero por desgracia para que un contribuyente pueda demostrar estas afirmaciones, necesita de varios profesionistas de buena calidad como lo son: abogados corporativos, contadores, abogados fiscalistas e inclusive personal administrativo que ayude a controlar y documentar todo esto y llevarlo al día. Sin embargo, una vez que un empresario o un contribuyente tiene el personal adecuado para poder ejercer su esquema impositivo de una manera sana, puede optimizar su capital y hacer proyecciones financieras más veraces y reales que a largo plazo le servirán.
Bajo estas líneas y ante la contingencia sanitaria que estamos viviendo, nos damos cuenta que siguen surgiendo elementos que pueden beneficiar a los contribuyentes, nuevamente nos tenemos que remitir a la teoría del derecho más básica para saber cómo y porqué.
Por: Lic. Adrian Santamaría, Director Legal en Kupfertax