La oficina de proyectos es una herramienta poderosa que permite a una organización tener más relación entre la estrategia organizacional y las actividades del día a día en las organizaciones.
En la actualidad, la gestión de proyectos en México es un tema al que, si bien se le ha dado importancia, va creciendo muy lentamente en comparación de otros países y en proporción al nivel socioeconómico y de población. Este es un tema que nos debería incidir de manera más directa pues, así como la educación es la base para el futuro, lo es también para el presente, y en la medida en que las empresas vayan adoptando las metodologías más florecientes del mercado, nuestra cultura laboral se irá desarrollando, y ¿por qué no?, esa misma cultura la llevemos a nuestro día a día.
Lo anterior lo menciono porque al hablar de las certificaciones de los Directores de Proyecto (o PMP por sus siglas en inglés de Project Management Professional) en México existen menos de cinco mil profesionales en gestión de proyectos certificados por el PMI (Project Management Institute), que es el organismo sin fines de lucro más grande a nivel mundial que asocia a profesionales relacionados con la Gestión de Proyectos. Y si hacemos nuevamente la referencia a la relación proporcional de la cantidad de miembros certificados en México con la de otros países, la disparidad es significativa llevándonos a menos del 1%.
Adoptando nuevas prácticas
¿Cuál es la razón por la que no se muestra tanto interés en este ámbito? Desde mi perspectiva los motivos podrían ser, por ejemplo:
•Cualquier colaborador dentro de la misma organización que haya llevado algún proyecto similar en el pasado, se le ve con más valor que alguien que en realidad no ha llevado alguno así, pero que por el contrario tiene varios criterios que podría aplicar según las buenas prácticas internacionales.
•Los costos asociados a uno u otro en el mercado, han ido ampliándose y en ocasiones los márgenes de ganancia no permiten contar con los más capacitados.
•Aunque se tenga el margen, no se le ve ese valor diferenciador que pueda aportar aún sin haberlo probado.
•La costumbre de tener siempre variación en tiempos, costo o bien en calidad en todos los proyectos. Entre muchos otros.
Sin embargo, hay ya muchísimas empresas que ciertamente han superado esa barrera e incluso han ido más allá, no sólo al tener en sus filas a profesionales certificados en la gestión de proyectos, sino que además han adoptado nuevas prácticas como la de la oficina de proyectos o PMO (por sus siglas en inglés Project Management Office) y le han sacado provecho a los beneficios de la misma.
La Oficina de Proyectos es una herramienta poderosa que permite a una organización tener más relación entre la estrategia organizacional y las actividades del día a día en las organizaciones. En otras palabras, la PMO ayuda a que las ideas de la Alta Dirección se materialicen en proyectos claros para los colaboradores, así como que con el transcurrir de los proyectos, la misma Alta Dirección pueda tener elementos para mantener a la empresa en el mismo camino o mover el timón a un nuevo horizonte según sus intereses.
Por: Ramiro Alejandro Coutiño Morelos
PMP, SCRUM. Director de Proyectos. Innovati Consulting