El jefe común se encarga de asignar tareas a los colaboradores, decirles cómo hacerlas y esperar un resultado deseado, pero ¿qué tal si en lugar de asignar deberes y métodos, se invita a los empleados a hacer cambios a situaciones o problemas? Eso se puede lograr con la metodología ágil.
La metodología ágil consiste en crear equipos multidisciplinarios de colaboradores para resolver los problemas con ideas a partir de sus experiencias. Se elige un grupo de personas y se les da el poder para investigar, identificar, probar e implementar las soluciones que permitan a la compañía crecer.
Cuando se les da la libertad, pueden encontrar pequeñas cosas que desde el alto nivel no se observan y que pueden cambiar con mínimos movimientos. Esa es una de las mayores ventajas contra el método tradicional , donde se hacen planes de proceso sin preguntar qué se necesita o cómo se viven ciertas situaciones.
Al implementar la metodología ágil se observa que la productividad de los colaboradores se incrementa y que los procesos para resolver conflictos e implementar estrategias se reducen. En los empleados, también se producen múltiples cambios como alto nivel de eficacia, mayor motivación, confianza, desarrollo de creatividad y compromiso.
Por: María Vallejo
Reportera