Conocer las personas que te rodean en un ambiente laboral es de vital importancia, ya que esto te ayudará a saber cómo motivarlos y con esto incrementar el desempeño dentro de las empresas.
“Las empresas modernas respaldan cada vez más la idea de que la personalidad puede ser utilizada como un indicador para crear una estrategia que impulse el desempeño de los colaboradores. Esto no implica que las personas estén determinadas para ciertos puestos, sino que sus cualidades pueden ser la base para cumplir los objetivos de toda la compañía”, afirma Carolina Samsing, directora de Marketing de Iberoamérica de HubSpot.
De acuerdo con los expertos de HubSpot, estos son los beneficios de usar la personalidad como una herramienta de motivación y crecimiento:
Puede mejorar el desempeño; Si alguien es extrovertido o introvertido, si es muy enérgico o algo distraído, incluso si puede lidiar con el estrés o no, son señales para saber con qué situaciones se siente cómodo y con cuáles no. Hay que entender que cada una de estas cualidades ofrece capacidades distintas. La ecuación es simple: mientras más atención pongas en las particularidades de las personas, les puedes brindar una mejor experiencia, lo que fortalecerá su trabajo.
Como son los integrantes influye en como es el equipo; La manera en la que somos influye en cómo nos llevamos con los demás y nuestra eficacia para establecer vínculos. No obstante, no se trata de contratar gente igual, pues así no funcionan las cosas. De hecho, la diversidad es fundamental en el trabajo, pues según un estudio, esto puede aumentar el ROI, llevar a ideas más innovadoras, además de que da un 35% más de probabilidad de tener rendimientos financieros por encima de la mediana de la industria. Dejar que los colaboradores potencialicen sus áreas fuertes va a derivar en un mejor equipo.
Conocer a otros nos ayuda a saber como motivarlos; Tener la noción de quiénes son y cómo sienten los empleados puede ayudarte a crear una estrategia integral para su bienestar, lo que repercutirá en la estructura. No sólo es medir su productividad, sino que hay que saber cómo impulsar a cada individuo, ayudarlo en sus puntos débiles, ver cómo podemos apoyarlo e integrarlo a la dinámica. Todo esto refuerza el mecanismo interno de la compañía.
Por: Fernando Becerril
Reportero