La situación económica y social del sector Medio Ambiente

El 28 de febrero del 2020 se confirmó en México el primer caso positivo de Covid-19. Ningún momento es apropiado para la llegada de una pandemia, sin embargo, estos eran tiempos especialmente complejos para México.

De acuerdo con el Banco Mundial, en el 2019 el crecimiento para México fue negativo -0.3%.

1 Sí bien, la historia muestra que México no se caracteriza por tener al medio ambiente entre sus prioridades nacionales. En los últimos años, ese desdén se ha reflejado en el presupuesto para el sector ambiental. En 2016 se destinaron poco más de 55,000 millones de pesos, en 2020 la cifra fue sólo de 29,000 millones, en 2021 se destinaron 31,348 millones de pesos.

En 2022 se registró un ligero aumento: 40,795 millones de pesos, pero el monto sigue siendo inferior al presupuesto de hace cinco años y, aún con ese incremento, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) contará con menos recursos, perdiendo capacidad de operación, inspección y vigilancia.

2 Asimismo, antes de la irrupción de la pandemia, las condiciones ambientales a nivel mundial eran alarmantes, puesto que, entre 2010 y 2019 se presentó la década más calurosa de la historia desde que se registrara esta información (1850), de hecho, el 2019 fue el segundo año más caliente, y la última década más caliente en la historia de la humanidad; durante este año en México se experimentó el mes de agosto como el más caluroso de su historia. Al final del año, la temperatura media mundial había aumentado en 1.1 °C por encima de los niveles preindustriales.3 A inicios de la pandemia, diversos medios mostraban reportes de cielos azules y despejados, ríos cristalinos, urbes sin ruido y hasta animales desplazados volviendo a tomar posesión de sus espacios.

Este hecho muy sui generis, que trajo al mundo el cese de las actividades humanas a raíz de la cuarentena decretada por los gobiernos, no debería ser considerado como una medida de control y/o mitigación del impacto ambiental, debido a que los efectos presentados en su momento son temporales. Algunos efectos negativos son el aumento del volumen de residuos tóxicos como desinfectantes, detergentes, sustancias ionizantes y otras de tipo biológico-infeccioso, así como la contaminación de cuerpos de agua y suelos por su manejo y disposición.

Por: Ing. Laura Beltrán García

Por: Ing. Laura Beltrán García

Directora General de CEMGI

Ing. Luis Ángel Guzmán

Ing. Luis Ángel Guzmán

Subdirector de Sustentabilidad de CEMGI

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