Para cualquier empresa y organización que, si interés sea sostenerse en el futuro, deberá acceder a la Transformación Digital, según lo establece Francisco J. Hernández Mendoza, CEO de Vtenext México.
En relación al tema actual los directivos de las empresas se cuestionan ¿Cómo hago que me escuchen? ¿Cómo puedo diferenciarme de la competencia? ¿Competir por precio o con diferenciadores? ¿Una campaña de correo masivo me va a ayudar? ¿Dónde están mis clientes ahora? Sé que tal persona o industria necesita lo que yo ofrezco, pero ¿Cómo decirlo y en dónde para que me escuchen?
Por lo que todos ven hacia las redes sociales, al correo electrónico y se ha generado tal cantidad de ruido que complejamente las personas pueden reflexionar lo que se les menciona. Si bien es cierto, sólo se tiene unos 3 o 4 segundos para captar la atención de quien lee algo.
“La transformación digital se trata, a mi parecer, más de creatividad. Pero la creatividad no es suficiente, se tiene que combinar con herramientas informáticas que le puedan dar a esa creatividad un alcance de mediano y/o largo plazo, porque se tienen que generar barreras de entrada que la competencia no pueda copiar; en caso contrario se tendrán sólo llamaradas de petate. Entonces, ¿Por dónde se debería comenzar la Transformación Digital? Por el cliente, como una de muchas opciones posibles. ¿Cómo? Poniéndolo en el centro de la organización”, enfatiza Hernández.
Lo que quiere decir que cambiar la cultura organizacional, los procesos de trabajo, poveer a los colaboradores herramientas y conocimientos para que ellos mismos como expertos hagan esos cambios, y no dejar todo a las áreas técnicas. Es decir, empoderar al empleado.
La modificación de todos los procesos relacionados con el cliente y que sucedan sin sobresaltos, sin defectos hasta donde sea posible, es de lo que se trata poner a él en el centro de la organización, en caso de suceder lo contrario contra con los registros para resolver y corregir.
Precisamente la transformación digital pone énfasis en la manera en que estos procesos son estructurados y propone su modificación para reducir su tiempo de ejecución, eliminar tareas que quizá en su momento fueran necesarias, automatizar y medir su desempeño.
Para ello ya existen tecnologías que permiten “dibujar” ese proceso en una herramienta informática que no requiere conocimientos técnicos y después “conectarlo” con otro tipo de software operativo, como un CRM o un ERP, de tal manera que el sistema se comporte conforme el proceso lo ha definido. De esa manera es posible medirlo y mejorarlo.
Brindar a los expertos herramientas, con la intención de que ellos mismos optimicen el sistema, da pie a que la operación mejore de manera sostenida, ya que una vez aplicado el cambio se puede medir el resultado.
Las herramientas que se proponen entonces tendrán que ser las que la organización haya definido como las adecuadas para alcanzar los objetivos que, previo a todo el trabajo, se hayan planeado. Algunos posibles objetivos de la transformación digital podrían ser:
- Incremento de la productividad y eficacia en el funcionamiento interno de la compañía
- Mejora de la eficiencia en la prestación de servicios/productos a clientes
- Gestión corporativa inteligente del conocimiento, la información y los datos
- Empoderar a los trabajadores a tomar riesgos controlados y ser recompensados por ello
- Humanizar la empresa
- Reducir la fricción en las interacciones con los clientes
- Incrementar la velocidad de las transacciones de los clientes
- Reducir costes operativos
- Aumentar el grado de lealtad hacia la empresa
- Crecer en cuota de mercado
- Acelerar la velocidad de adaptación a las nuevas tecnologías
La tecnología está para ayudar a los negocios, no al revés. Si aquellos que dirigen a las empresas entienden cómo la informática y las comunicaciones afectan su negocio y su industria, podrán diseñar estrategias que aprovechen este momento de coyuntura.
Con información de ÁvilaRP; fundada en el año 2006 bajó el nombre de CAR&logisticsPR, comenzó con el desarrollo de servicios focalizados al sector logístico mexicano. A mediados del 2011 se expandió y amplió sus soluciones y modelo de trabajo hacia empresas industriales, comerciales y de servicios. En el año 2013 ingresó al sector del arte y la cultura.