PROYECTOS MEJOR EVALUADOS, MÁS RENTABLES Y A MENOR COSTO.
La contratación de personal independiente como son los consultores que implemente diagnósticos, identifique las áreas de oportunidad y los obstáculos para mejorar la estrategia de las empresas mexicanas todavía es un campo por explorar, mientras que en Europa o Estados Unidos son práctica común.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en su documento Desarrollo de la Industria Consultora de México: Direcciones estratégicas, agenda de acciones y política, define esta actividad de la siguiente manera:
Consultoría es un término que se ha interpretado de maneras diferentes. Para los fines de este estudio se ha adoptado el término “servicios de consultoría” de acuerdo con las siguientes dos características:
El trabajo del consultor está basado en planes. Individuos o empresas consultoras se contratan para trabajar en diseños que se consideran fuera de la actividad normal del cliente, y hay una conclusión de su involucramiento. Si los mismos se necesitan para la actividad normal, entonces se trata de sustitución de personal o sea de “outsourcing”.
La responsabilidad del resultado final permanece con el cliente: Por ejemplo, la responsabilidad de alcanzar ahorros en costos o incrementos de productividad permanece con el usuario.
La razón principal para el empleo de consultores es que, por sus conocimientos, son garantes de la calidad de las decisiones que afectan los intereses de sus contratantes. El servicio del consultor, cuando es eficaz, incrementa el valor del proyecto de un múltiplo del costo del mismo servicio. La segunda razón por la cual se emplean consultores es por su posición independiente. Ciudadanos, contribuyentes y votantes exigen que sus proyectos sean preparados por agentes profesionales independientes. Los inversionistas quieren que los informes trimestrales de sus empresas reflejen la verdad.
La presencia de expertos independientes es provechosa en las encrucijadas del sistema económico mexicano donde toman lugar transacciones que afectan intereses opuestos.
Este trabajo es el resultado de la colaboración entre la Secretaría de la Función Pública (SFP) del Gobierno de México y la División de Adquisiciones, Gestión Financiera y Monitoreo de Cartera del Banco y es parte del programa “Fortalecimiento de Sistemas de Contratación Pública a través de TIC y la participación de MiPymes” financiado por el Fondo Multilateral de Desarrollo del Banco Interamericano de Desarrollo.
Por: Sergio Sánchez Sánchez.
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