En un contexto en el que según con el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) el 75% de los mexicanos sufre de fatiga por el estrés laboral, es apremiante incentivar dentro de las empresas ambientes de trabajo saludables que abonen a su calidad de vida.
Este hecho puede cambiar si más organizaciones ponen en el centro las necesidades de sus colaboradores, y los líderes se valgan de sus habilidades para generar un clima organizacional positivo, aprovechar las fortalezas de sus equipos, promover la comunicación afectiva y aumentar la motivación.
“Los líderes juegan un gran papel, ya que son los responsables de sacar partido de las capacidades de los colaboradores sin bajar el nivel de exigencia, pero con un alto grado de empatía”, mencionó Juan Arenas, Vicerrector de educación abierta y producción de contenidos de Universidad Tecmilenio.
Al implementar un estilo de liderazgo positivo es importante conocer a los integrantes de las empresas como personas y profesionistas, entender sus intereses y estar muy conscientes de sus alcances. Es muy seguido la exigencia de lograr objetivos muy ambiciosos sin que los equipos de trabajo cuenten con todas las herramientas, y habilidades para poder cumplirlos.
“No siempre el mejor vendedor de la compañía cuenta con todas las capacidades para escalar a la siguiente posición, es decir, no por ser el mejor vendedor será el mejor gerente, y un líder debe poder identificarlo para evitar que la persona salga de su nivel de competencia y cause frustración”, añadió Juan Arenas.
Un ambiente de trabajo saludable no solo genera una justa retribución económica, sino también abarca metas logrables junto con aprendizaje continuo para desarrollarlas e incentiva la colaboración entre pares ofreciendo de cualquier negocio.
Es importante resaltar que la satisfacción laboral es crucial para obtener buenos resultados, pero, sobre todo, la gente destina gran parte de su tiempo al trabajo, y en muchas ocasiones los éxitos profesionales forman parte del plan y Propósitos de Vida de las personas, lo cual tiene una gran carga emocional y puede afectar directamente a su rendimiento.
Es así como las organizaciones que ejercen el liderazgo positivo deben de comprometerse a entender el significado del trabajo de sus empleados y a su vez, sus líderes se capaciten para dirigir y lograr mantener óptimos resultados sostenidos en el tiempo.