Una de las ocupaciones más importantes de la alta dirección y de cualquier colaborador que ostente una posición de liderazgo dentro de la estructura.
Las empresas son un reflejo de quienes las dirigen. Son los líderes los que más influyen en los valores, hábitos, costumbres, lenguaje, convivencia, clima organizacional y eficiencia. Con sus decisiones o incluso sus omisiones provocan un entorno de trabajo que facilita u obstruye el buen desempeño de la organización y el bienestar interno de las personas que la integran. En pocas palabras, son los líderes quienes construyen la cultura de una organización. A más alta la jerarquía, mayor influencia y responsabilidad en este fenómeno.
Los últimos años de mi vida los he dedicado a guiar la transformación cultural dentro de organizaciones de diferentes tamaños, industrias y sectores económicos, desde agencias de publicidad, financieras, consumo masivo, de lujo, retail, deportivas, públicas, trasnacionales y privadas; y en todos los casos he confirmado que la cultura es un factor determinante en el éxito presente de la empresa, pero sobre todo, en su proyección futura.
La Cultura Organizacional es un medio ambiente. Si en la cultura de la empresa es normal el trato con respeto, la apertura a la diversidad, la comunicación de las metas por alcanzar, así como los casos de éxito de compañeros que han progresado por sus resultados; quienes se integren se adaptarán a este entorno positivo y de productividad.
Si por el contrario nos ignoramos los unos a los otros, el director nunca saluda, nadie tiene claro qué se debe hacer, los puestos se obtienen por relaciones personales y no por mérito, la corrupción es tolerada o incentivada, inevitablemente las personas tendrán que actuar de la misma manera para tener éxito en sus trabajos.
La Cultura Organizacional es entonces una de las ocupaciones más importantes de la alta dirección y de cualquier colaborador que ostente una posición de liderazgo dentro de la estructura.
¿Qué variables debemos considerar para crear una estrategia de cultura organizacional formal?
Son muchos aspectos que influyen en este proceso, sin embargo, quiero compartir cinco de ellos que, a mi juicio, permiten diagnosticar y generar acciones inmediatas para mantener o mejorar la cultura que actualmente se vive en una empresa.
1.- Establecer las bases de la cultura
Nos referimos a dar respuesta a las preguntas: ¿quiénes somos como empresa? ¿por qué el negocio que desarrollamos es bueno para el mercado? ¿cuáles son nuestras ventajas competitivas? ¿cómo y con qué valores trabajamos?
Es establecer el propósito y los objetivos de la organización, crear el marco regulatorio y de valores, los principios no negociables para desarrollar el negocio y la expectativa que tenemos en el comportamiento de la gente dentro de la organización. Es un marco de referencia formal, diseñado para alcanzar las metas de negocio y contribuir en el desarrollo y bienestar de las personas que integran el equipo de trabajo.
2.- Comunicación, comunicación, comunicación
Es fundamental contar con un sistema de comunicación interna permanente, confiable y oportuno. La comunicación formal debe ser el principal medio para conocer lo que ocurre en la empresa y en la comunidad de trabajo.
Se trata de informar sobre los avances del negocio, las metas a alcanzar, los cambios que se realizan, procesos y regulatorios; pero también es importante hablar sobre las personas, desde sus cumpleaños hasta promociones, actividades de integración y capacitación. Todo esto por encima del radiopasillo, chismes y rumores que dañan profundamente el clima organizacional. Este canal debe ser el medio por el cual nos enteramos del acontecer cotidiano y estratégico de manera formal.
Por: Pedro G. Mendoza, Director General en Magno Humano Network