Una de las consecuencias de la pandemia del coronavirus es que los criminales han aprovechado para hacer diversos tipos de fraudes en todas las industrias, principalmente el robo de información y la usurpación de los empleados en las organizaciones, revela el estudio El impacto de los delitos financieros. Prevención, detección y respuesta, presentado por KPMG.
Lo más usual ha sido malware en sitios de internet relacionados con Covid-19; correos de pishing disfrazados con actualizaciones de Covid-19 para robar credenciales de empleados para acceder a los sistemas de la organización y atacar a la organización. De igual manera, se han dado ataques de ransomware con lo que los delincuentes comprometen la seguridad de los servidores críticos y las terminales conectadas para luego exigir un rescate, frecuentemente en criptomonedas, así como otros tipos a través de aplicaciones móviles.
Esto forma parte de las amenazas tecnológicas que más afectan a las empresas. A pesar de que 86% afirmó tener antivirus y 71% firewalls internos o externos, sólo 3 de cada 10 hace revisiones de ciberseguridad como pruebas de penetración que realizan los bancos y entidades financieras.
Esto ha generado que 23% fuera víctima de algún incidente de ciberseguridad en los últimos 12 meses, siendo el delito más común el malware en 51%, seguido de la suplantación de identidad de proveedores y personas en los correos electrónicos corporativos con 41%. Esto les generó daños económicos, legales y de reputaciones.
Por: María Vallejo
Reportera