
El comercio actual atraviesa un momento en el que los datos son los protagonistas del juego: en apenas 60 segundos se gastan alrededor de 1.6 millones de dólares en el mundo dentro del eCommerce, lo que implica una cantidad abismal de data generada por los usuarios.
La pregunta que surge de lo anterior es: ¿qué se puede y qué no se puede hacer con esa información? A nivel global existen regulaciones que protegen el uso de datos personales del usuario, como la GDPR europea y el protocolo PCI SSC (Payment Card Industry Security Standards Council), un estándar de seguridad adoptado por los emisores de tarjetas bancarias para evitar el robo de información de los usuarios titulares de plásticos bancarios.
En el caso de México figura la Ley Federal de Datos Personales, proclamada desde 2010. Esta ley destaca la importancia de proteger y reconocer la privacidad del cliente como un derecho constitucional.
La firma especializada Adyen recomienda, entre otras medidas, realizar pruebas frecuentes y ejercicios de prevención de fraude, con el objetivo de asegurarse de que los datos que están en su poder están protegidos correctamente. Es importante detenerse también en los métodos de autenticación con los que cuenta la empresa.
Lo anterior no significa que estos deban ser demasiado estrictos o rígidos, ya que los comercios pueden incurrir en un bloqueo del cliente legítimo y rechazos de operaciones por sospecha, lo que impacta en la experiencia de usuario.
Asegurándose de que esa data está protegida de posibles intrusos, los comercios deben usar responsablemente la información que está en sus manos, todo siempre con el objetivo de beneficiar al consumidor y generarle un customer journey positivo.
Información obtenida de: Adyen Payments
