La producción y consumo de bienes y servicios genera inevitablemente residuos sólidos, líquidos y gases. Todos ellos pueden tener efectos diversos en la población y el ambiente en función de su composición, tasa de generación y manejo, sobre todo cuando involucran compuestos tóxicos.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, los residuos sólidos son los que tienen mayor incremento como resultado del crecimiento urbano, desarrollo industrial, modificaciones tecnológicas y cambio en los patrones de consumo de la población. Como ejemplo tenemos la Zona Metropolitana de Guadalajara, cuyos cuatro millones de habitantes generan al día en promedio, un kilogramo de basura por persona; es decir, cuatro mil toneladas cada día, lo que equivale a casi llenar el estadio de Futbol Akron, del equipo representativo de esa ciudad.
Ante este panorama, Atxarte Matesanz, encargada de la expansión internacional de Bioelements, empresa dedicada a la fabricación de embalajes biodegradables, destacó que las empresas no pueden pensar en hacer negocios sólo para ganar dinero, deben considerar el triple impacto que pone en un mismo nivel a lo social, medioambiental y financiero, de esta manera redefinir la noción de éxito y establecer nuevas metas a largo plazo.
Por otro lado, detalló que los empresarios, sobre todo en negocios de nueva creación, no deben ser ajenos a este panorama con el desarrollo de tecnologías y sistemas para disminuir la generación de residuos y promover la economía circular. Asimismo, aseguró que es crucial considerar el triple impacto para que un negocio no esté condenado a morir “no podemos hablar de rentabilidad sin el impacto social y ambiental, sólo así se genera valor”.
El concepto del emprendimiento de triple impacto, debe convertirse en el ADN de las empresas y para poder comprobar que realmente se siguen sus preceptos, los empresarios se deben preguntar: ¿cómo está impactando mi oferta de bienes y servicios en el ambiente, en las personas que estoy contratando y en mis proveedores?
Con base en esa idea, se debe fomentar que cada vez haya más empresas que entiendan el concepto de triple impacto, sean responsables mediante planes y acciones que hagan un entorno más próspero.