Los valores corporativos en la construcción

Las empresas constructoras están en un proceso de cambio y hoy podrían convertir la ética en una ventaja competitiva, ya que nos desenvolvemos en un país que está marcado por la corrupción, y conocemos las consecuencias de la misma. Generar conciencia del poder de los valores como parte de una visión poderosa, que no solo impacte al interior de la corporación, también en su entorno directo e indirectamente, promoviendo e influyendo en la generación de una cultura de valores y de líderes que asumen el rol necesario para el seguimiento y consolidación de esta reacción en cadena.

La nula tolerancia a las faltas y el fomento de las prácticas éticas, provocan un gran beneficio en todas las actividades de la empresa, en la satisfacción de clientes y empleados. La mejor forma de lograrlo es practicando los valores, hacerlos vividos, colectivos y habituales.

¿Cómo iniciar estas prácticas en mi persona y en mi empresa constructora?

Conocimiento. Analizar la misión, visión, valores y principios de la empresa, así como la elaboración de un diagnóstico realista de la percepción e interpretación del personal de primer, segundo y hasta tercer nivel, para así poder diagnosticar cual es el juego que tienen los valores en nuestra empresa y como nuestros principales líderes en sus áreas están llevando estos valores al resto de la organización.

Sensibilización. ¿Qué es lo peor que podría pasar si no practicamos los valores?, ¿Qué es lo mejor que podría pasar si practicamos los valores? Llevar a la conciencia el hecho de la ausencia o fomento de valores como parte de nuestra vida diaria, sin duda, es una de las mejores prácticas para sensibilizarnos y sensibilizar a quienes son parte de esta gran visión y a quienes llevarán la encomienda de compartirla en todas las áreas de su vida personal, profesional y laboral, impactando al mundo y generando a la vez como empresa, la esencia de la ventaja competitiva.

Interiorización de la práctica de valores. Solo la práctica de los valores te permite descubrir la gama de oportunidades que se abren a tu paso, la gran cantidad de mejoras en comunicación, procesos, resultados, relaciones personales y por supuesto el ambiente laboral. Es durante este proceso que se logra la interiorización y adopción de estas prácticas como parte de la vida diaria y una vez que lo logras, seguirás influenciando tu entorno y el de la empresa.

Ventaja competitiva. El ambiente de la construcción requiere personal multidisciplinario, de distintos niveles educativos, personal especializado y por supuesto una buena dirección. Para poder lograr esta ventaja competitiva, no debemos visualizar a los valores como negro o blanco, no se busca decir que está bien o que está mal, más bien al fomentarlos debemos buscar entender y enseñar cómo estamos bien y cómo podemos estar mejor.

El proceso suele ser a mediano o largo plazo, pero el beneficio es permanente y mejor aún el impacto podría llegar más allá de la empresa, del proyecto constructivo, del personal directo e indirecto. Así la ventaja competitiva en la inversión de valores en la empresa se vuelve parte de una mejora continua.

 

Por: M.A. Saúl Alberto Rangel Cabañas

Consultor y Coach de Negocios.

 

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