Entre 2012 y 2018, el acceso a herramientas de financiamiento informales (caja de ahorro del trabajo, conocidos, casa de empeño, amigos o familiares), aumentó 5 puntos porcentuales, pasando de 34% a 39%, mientras que los formales solo crecieron cuatro puntos, de 27% a 31%, revela el estudio El crédito en México: productos, instrumentos y evolución, elaborado con datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
En relación a lo que más recurren 30.6 millones de personas adultas, destacan los préstamos de familiares con 24%, amigos o conocidos (15%), caja de ahorro del trabajo o de conocidos (7%) y casa de empeño (5%). En cambio, los 24.6 millones de personas que buscan un recurso formal, opta por las tarjetas de crédito (19.2%), seguido del crédito de vivienda (7%).
De quienes accedieron a financiamiento informal, 38% se concentra en la población femenina, mientras que 40% en la masculina, siendo ellos los que tuvieron un crecimiento de dos puntos porcentuales.
Al considerar la opción de un crédito formal, 56% nunca lo ha tenido, siendo la principal razón el no querer endeudarse (32%), porque no le interesa (26%) o no cumple con los requisitos, como tener empleo o ingresos altos (23%). Otro 10% no lo pide por las altas comisiones y un 4% por no confiar en las instituciones.
Por: María Vallejo
Reportera