La industria del automóvil avanza hacia un futuro eléctrico y sostenible que permitirá una movilidad más eficiente, efectiva y responsable con el planeta y la salud de las personas, sobre todo en las ciudades en donde los niveles de contaminación son a veces tan altos que han obligado a establecer nuevos protocolos que ayuden a la salud.
Debido a que una cuarta parte del CO2 que se emite a la atmósfera proviene del transporte, el coche eléctrico es una de las soluciones más asequibles para la descarbonización de la movilidad. Analistas estiman que para 2050, alrededor de 700 millones de vehículos eléctricos circulando por el planeta.
Pese al crecimiento que han mostrado en los últimos años, y distinto a lo que sucedió en 2020 en Europa en donde la primera ola de Covid-19 se convirtió en una historia de éxito para los vehículos eléctricos, las ventas de este tipo de vehículos en México aún representan un porcentaje bajo dentro de la comercialización total de vehículos ligeros en el país y un nicho de lujo que no ha logrado despegar.
Nuevo formato de movilidad
Aún está haciendo falta una propuesta más jugosa e incentivos desde los gobiernos. No sucede así en el caso del mercado estadounidense, en donde los apoyos del gobierno, subsidios y costos hacen muy atractivo el nuevo formato de movilidad para empresas y otras instituciones. De sobra está mencionar que los beneficios son múltiples al medio ambiente, también resulta un tema de sostenibilidad favoreciendo los bolsillos de quienes los usen en ahorros, mejoramiento de la salud y eficiencia de recursos.
Pero ¿Qué falta entonces? Sin duda alguna, mayor colaboración entre actores y realmente apostar
por una planeación de movilidad en conjunto en donde el gobierno pueda coordinar esfuerzos
que ya se están haciendo para unir a todos los actores de esta industria.
Por: Fernando Ávila Salgado. Director
de Desarrollo de Negocios para
Energía en Grupo Prysmian México.