Las mujeres hoy en día aportan 22.1% al Producto Interno Bruto (PIB), además representan más del 50% de la población del país, por tal razón actualmente son una parte importante de la economía mexicana.
En entrevista para Consultoría, Rosalinda Pizarro, directora General de Espacio Empresarial dijo que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2012 publicó un boletín de prensa muy interesante llamado “Estadísticas a propósito del Día Internacional de la Mujer”.
Este documento, detalló Pizarro, describe la situación de las mujeres en áreas como salud, educación, trabajo, migración y poder político. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010, en México había 57.5 millones de mujeres y 54.9 millones de hombres.
Con este contexto, añadió Pizarro, uno de cada cuatro hogares es encabezado por una mujer. Asimismo, la encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2011 informó que 41.8% de las mujeres de 14 años y más forman parte de la Población Económicamente Activa (PEA).
La Directora General de Espacio Empresarial destacó que 95.9% de las mujeres que pertenecen a la PEA combinan sus actividades extra-domesticas con quehaceres domésticos, en cambio, 56.9% de los hombres cumple con estas mismas condiciones.
Mujeres y su fuerza laboral
Rosalinda Pizarro, detalló que una mujer emprendedora es aquella con iniciativa, líder, dispuesta a asumir riesgos y decidida a poner en marcha un proyecto novedoso, principalmente una nueva empresa.
Si bien, una mujer es emprendedora también puede toparse con diversos obstáculos. La Directora General de Espacio Empresarial destacó que en general las féminas se enfrentan a las necesidades propias de la falta de una cultura empresarial y de financiamiento que fomenten la apertura y crecimiento de las empresas.
Pero además, destacó la entrevistada, existe el tema cultural arraigado en la mayoría de nuestra sociedad, donde las mujeres son las únicas responsables de los hijos, el marido, la casa, la comida, etc. Si la mujer decide emprender un negocio, además tendrá que resolver estos temas.
No obstante, declaró Rosalinda Pizarro, estas son situaciones que afortunadamente van cambiado. “Nos falta mucho camino por recorrer, pero ya estamos en la vía adecuada y a buena velocidad”.
Un claro ejemplo de esta situación, es que regularmente las féminas son mejores participantes en los programas de apoyo de los gobiernos federales, estatales y municipales dedicados a micro, pequeñas y medianas empresas.
Con este panorama y para generar mayores oportunidades, se han originado programas específicos dirigidos a las mujeres emprendedoras y empresarias, puntualizó Pizarro.
Emprender un negocio
Al igual que cualquier emprendedor, una mujer requiere los mismos pasos para echar a andar un negocio, señaló la Directora General de Espacio Empresarial.
• Identificar una oportunidad en el mercado.
• Definir un negocio que permita atender y dar respuesta a ese mercado.
• Elaborar su plan de negocios.
• Realizar los trámites de apertura del negocio.
• Capitalizar el negocio con recursos propios y/o ajenos.
• Poner en marcha el negocio.
Programas de apoyo dirigido al sexo femenino
A decir de Rosalinda Pizarro, existen programas para la creación de empresas. Entre ellos destaca la ayuda a emprendedores e incubadoras de la Secretaría de Economía, y apoyos del Instituto Nacional de Economía Social (INAES) antes Fondo Nacional de Apoyo para las Empresas (FONAES) para la puesta en marcha de nuevos negocios.
También hay programas para el fortalecimiento de empresas ya existentes como son los enfocados a microempresas y a Pymes en la Secretaría de Economía, antes por parte del Fondo Pyme y ahora por parte del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem).
Para las mujeres específicamente se cuenta con apoyos de Inmujeres, donde brindan capacitación y realizan eventos para difundir la información.
Igualmente el INAES también capacita y brinda consultoría especializada a mujeres en el rubro de “Impulso productivo a la mujer”.
Programas de ayuda ¿accesibles?
A juzgar de la Directora General de Espacio Empresarial, no es tan fácil acceder a programas de ayuda para emprender un negocio. “Hay que cubrir una serie de requisitos que marcan los distintos programas, lo importante es conocerlos para que si se cumple con dichos requerimientos las mujeres tengan acceso”.
Además, añadió, en la mayoría de los programas los recursos son escasos, y quien logra obtenerlos es porque pasó un proceso complejo de autorización y que además dependen de muchas otras consideraciones, como la ubicación geográfica, el giro, las aportaciones con que cuentan las mujeres, etc.
No obstante, los beneficios de los programas son muchos. A través de ellos las mujeres pueden obtener capacitación y consultoría que les permite pagar menos cuando es financiamiento a una tasa más económica.
De acuerdo con la Directora General, en muchas ocasiones las mujeres se asocian con su familia y además de tener un negocio propio, (y no un trabajo con horario) pueden estar cerca de sus hijos y al pendiente de su familia en general.
Finalmente, Rosalinda Pizarro subrayó que es fundamental que las mujeres decidan emprender y correr los riesgos que implican. “Lo importante es que se acerquen a las instituciones para conocer los programas, participar en eventos de mujeres y convivir con otras féminas en la misma situación”.
Por: Michel Alejandra Olguín Lacunza