Nearshoring: Retos y Oportunidades para México

El inicio de 2025 marca el lanzamiento de una nueva sección dedicada al comercio internacional, un tema clave para las empresas importadoras y exportadoras que buscan el respaldo de consultores especializados. Agradezco la oportunidad de inaugurar este primer artículo, dirigido a los empresarios que trabajan incansablemente por expandir sus negocios a nivel local e internacional.

 Este concepto destaca la oportunidad estratégica que México tiene para atraer inversiones de empresas extranjeras que buscan relocalizar sus plantas de producción desde China, donde resalto que el objetivo principal de esta relocalización es aprovechar las ventajas logísticas y comerciales que ofrece México para fabricar y distribuir productos de manera más eficiente al mercado estadounidense, considerado uno de los mayores centros de consumo a nivel global.

Aunque el “nearshoring” puede parecer un tema reciente en México, sus raíces se remontan al año 1980, cuando empresas extranjeras comenzaron a invertir en el sector manufacturero. Este fenómeno cobró mayor relevancia en 1994 con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), fomentando la integración económica entre México, Estados Unidos y Canadá; actualmente representa para México el 80% de sus exportaciones.

 Posteriormente, el “nearshoring” adquirió un nuevo impulso en 2017, durante la administración del presidente Donald Trump, quien implementó una renegociación del tratado, ahora conocido como TMEC, mientras emprendía una guerra comercial con China, caracterizada por la imposición de aranceles y barreras comerciales.

 Es importante destacar que, al inicio de los años 2000, China se consolidó como la principal fábrica del mundo, gracias a sus bajos costos de producción, su extensa fuerza laboral y un ecosistema empresarial altamente competitivo; sin embargo, este crecimiento también ha derivado en una creciente rivalidad económica y política entre China y Estados Unidos.

A esta dinámica se sumó el impacto de la pandemia de Covid-19 en el año 2020, que evidenció importantes vulnerabilidades en las cadenas de suministro globales, ocasionando un incremento significativo en los costos logísticos para muchas empresas, motivando un cambio estratégico en la producción y comercialización de bienes dirigidos al mercado estadounidense.

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Por: Jorge Luengas

Consultor en Comercio Internacional

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