El sector de las franquicias en México no ha dejado de crecer, y se espera que siga creciendo a pesar de la incertidumbre económica que enfrenta el país.
Cuando somos dueños de un negocio que en menor o mayor medida ha probado su éxito comercial, nos llega a pasar por la mente la idea de expandirnos abriendo sucursales.
Sin embargo, solemos desechar la idea por el riesgo, el temor y por la falta de interés en asumir semejante reto, pero sobretodo, la gran mayoría de las veces nos detenemos por la falta de capital para hacerle frente a la inversión e infraestructura que significa la réplica de mi negocio.
Sucede entonces que en algún momento escuchamos por ahí la palabra “franquicia” o mejor aún, alguien nos deja un mensaje en nuestro negocio, en nuestra página web, redes sociales o correo electrónico, preguntando “¿si otorgamos franquicias de nuestro negocio?”. Y de pronto, ¿por qué no surge la alternativa de crecer bajo este modelo?
Y es que la franquicia desde la perspectiva del Franquiciante es un esquema de expansión y crecimiento, que a diferencia de abrir sucursales propias o asociarse con otras personas, representa ventajas relevantes.
Ventajas de franquiciar mi negocio
•Crecer aceleradamente con inversión de terceros. Al ser el Franquiciatario quien invierte, no tenemos que esperar a tener flujos propios y el músculo financiero para expandirnos con mayor rapidez. No obstante lo anterior, en realidad el ritmo de otorgar franquicias podrá ser marcado por nosotros. Podemos preferir una expansión pausada para asegurar que las aperturas sean más controladas.
•La gestión queda bajo responsabilidad del Franquiciatario. La operación, administración y comercialización del negocio, así como el manejo del personal, queda a cargo del Franquiciatario. Lo anterior genera no solo la ventaja de trasladar la responsabilidad laboral y fiscal, sino que además mejora la gestión de las unidades, teniendo al frente de los negocios a empresarios como nosotros, enfocados a cuidar los
recursos y lograr los resultados financieros esperados.
•Aprovechar el incremento en el volumen de compras. Al abrir más establecimientos o puntos de venta, se incrementa nuestro volumen de compras o producción de insumos, productos, equipos o servicios, lo que debe generar reducción de costos o mayores posibilidades de negociación y descuentos con proveedores. A eso se le suele denominar “economías de escala” en las franquicias.
•Mayor posicionamiento y valor de la marca. Cada establecimiento o punto de venta que se abre posiciona la marca en diferentes mercados, lo que sin duda también genera un incremento en el valor de la misma. Lo anterior no es sólo una apreciación cualitativa, pensemos que cuantitativamente quienes adquieren nuestra franquicia están dispuestos a pagar un valor por la licencia de nuestra marca, es decir, pagar la cuota inicial de franquicias.
•Generar ingresos adicionales. Como la cuota inicial de franquicia o las regalías (como porcentaje de las ventas del franquiciatario o mediante cuotas fijas) o las aportaciones para publicidad corporativa o la venta de insumos, productos o servicios a los franquiciatarios.
Por: Lic. César Aranday
Director General y Consultor de Franquicias Aranday & Asociados