El concepto de Inteligencia Artificial nació en 1956 con un grupo de visionarios interesado en construir una máquina que fuera tan inteligente como un ser humano. Esto despertó tal entusiasmo que los escritores de ciencia ficción explotaron las posibilidades, con visiones desde las más optimistas hasta las más preocupantes de cómo sería un mundo donde convivan los robots y los seres humanos.
Pero ¿a qué se refieren con “Inteligencia artificial”? A la posibilidad de que las máquinas puedan realizar acciones complejas, como el reconocimiento de imágenes, procesar el leguaje humano o realizar recomendaciones personalizadas para el consumo de productos y servicios.
La característica más importante de la IA es que se basa en modelos matemáticos estadísticos muy complejos. La IA actual, por más sorprendentes que sean las tareas que realiza, no deja de ser un algoritmo, que lo único que puede hacer es procesar datos y tomar una decisión estadística. Ninguna computadora tiene conciencia ni razonamiento; implemente son capaces de ejecutar millones de tareas de manera extremadamente rápida.
La IA se puede clasificar en narrow o vertical, para designar aquellos algoritmos que permiten resolver una tarea específica con gran eficiencia. Aquí se encuentran los coches autónomos, asistentes de voz, traductores de idiomas, etcétera.
La otra categoría es la denominada “General”, la cual aún no existe, y se refiere a la posibilidad de que las máquinas desarrollen algo parecido a una conciencia humana que se traduzca en la toma de decisiones autónomas.
En teoría el incremento en la capacidad de procesamiento del hardware, así como la sofisticación y combinación de los algoritmos de IA actual, podrían llegar a generar una capacidad reflexiva y de razonamiento, sin embargo, el debate es muy grande y la principal razón es que hasta ahora no existe nada que se asemeje a este tipo de inteligencia.
Lo cierto es que la IA nos seguirá acompañado en esta nueva etapa tecnológica, con vehículos sin conductores capaces de frenar frente a un obstáculo, ciudades cada vez más inteligentes, operaciones médicas a distancia o asistentes que se anticipen a nuestras necesidades.
Por: Alejandra Cervantes
Reportera