El reto está en sobresalir y demostrar las capacidades con las que se cuenta como profesional, sin importar el género.
De los 125 millones de personas que habitan en México, 51.8% son representados por mujeres, según cifras de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid). 22 millones 36 mil mexicanas aportan a la economía nacional y forman el 40% de la fuerza laboral, mientras aportan 37.7 mil millones de pesos diarios para mover las finanzas mexicanas. A pesar de la relevante participación femenina en el crecimiento económico, la apertura de ramas laborales tradicionalmente consideradas para hombres se complica para aquellas que buscan trabajar de manera independiente.
Con la aplicación para contratación de oficios GetNinjas, áreas como la construcción, servicios de plomería, electricidad, mantenimiento y arquitectura son sectores en los que la participación de mujeres se ha hecho más evidente y muchas de ellas han decidido emprender negocios y construir equipos de trabajo que lideran, mientras demuestran que no hay trabajos exclusivos de un género.
De acuerdo con datos de la plataforma de contratación de oficios, solo el 2.5% de sus miembros en el área de construcción y 15.5% en eventos son mujeres; sin embargo, es un número que va aumentando, sobre todo en categorías como catering, logística de eventos, diseño arquitectónico, mantenimiento y construcción.
El entorno laboral suele representar un obstáculo para que las mujeres se desarrollen profesionalmente. Romper ese esquema y emprender se ha convertido en un reto en común para millones de mujeres.
Para las dirigentes del equipo de profesionales de contratación de oficios de la plataforma, Claudia García y la arquitecta Dulce María Molinero, trabajar con hombres y mujeres en un mismo entorno, demuestra la capacidad de las mismas en acciones de mantenimiento preventivo, electricidad, plomería y pintura, sin distinción de género. También al tener un alto puesto dentro de la organización, se han enfrentado al acoso y machismo por parte de trabajadores y compañeros, al estar en obra o con contratistas; sobre todo de los hombres mayores es común recibir comentarios negativos e irrespetuosos sobre su trabajo o al sentirse inferiores cuando dan instrucciones.
Desarrollarse de manera profesional y alcanzar los retos personales son objetivos a los que todos tienen derecho, por lo que el motor principal debe estar en demostrarse que es posible ser el ejemplo de que los trabajos son cuestión de experiencia y conocimiento y no de género.
Por: Beatriz Canales
Directora Editorial