
En los últimos años he tenido la oportunidad de trabajar codo a codo con empresas mexicanas que enfrentaban un desafío común: Querían crecer, innovar, competir, pero su tecnología no estaba a la altura.
En muchos casos tenían sistemas desactualizados, equipos internos sobrecargados o procesos manuales que no les permitían avanzar. Desde mi experiencia como proveedor de servicios de outsourcing tecnológico, he aprendido que, más allá de los sistemas y servidores, lo que las empresas realmente necesitan es claridad, confianza y acompañamiento.
Porque externalizar tecnología no es una decisión técnica, es una decisión de negocio. La primera pregunta siempre es la misma: “¿Voy a per der el control?” Mi respuesta es directa: No, si lo haces bien. Delegar tu operación tecnológica no significa renunciar al control, significa enfocarte en lo estratégico y dejar en manos expertas lo operativo.
Lo que nosotros ofrecemos no es un parche, es una ex tensión del equipo del cliente, con la ventaja de que estamos actualizados, tenemos procesos ya probados y somos responsables de resultados. Desde infraestructura y soporte hasta desarrollo, ciberseguridad y automatización, cada empresa tiene necesidades distintas.
Por eso el enfoque debe ser personalizado. En cada caso, trabajamos para entender el modelo de negocio, sus prioridades y su proyección. No se trata de meter tecnología por meterla, sino de hacerla útil, rentable y escalable.
El verdadero valor del outsourcing: El tiempo recuperado
Lo que más agradecen nuestros clientes no es que les resolvamos un problema técnico (eso se espera), sino que les devolvemos tiempo. Tiempo para enfocarse en el cliente, en las ventas, la estrategia. Tiempo para dejar de “apagar fuegos” y empezar a construir.
Recuerdo a una empresa mediana en el sector manufacturero, donde el director de operaciones también era el encargado de los servidores, literal. Después detercerizar con nosotros, en menos de seis meses lograron implementar un sistema ERP, automatizar inventarios y tener soporte 24/7 sin aumentar su plantilla.

Por: Marco Rodríguez
COO / Grupo Ibiz