En una nación cada vez más demandante donde la tendencia apunta al desarrollo económico y social desordenado, en que los entes empresariales son una prueba fiel de supervivencia por intuición y en que la sociedad exige una conciencia laboral más sólida, el vector dirige su atención a los Recursos Humanos.
Por ello, se parte del tema del gerenciamiento, la pieza fundamental en el desarrollo de las empresas que representa una labor ardua e intensa y que vas más allá de liderar a una colectividad.
De un buen desempeño gerencial depende el éxito de una empresa. Basta con revisar en la historia del mundo empresarial para confirmarlo; pequeñas empresas que iniciaron, en su mayoría, de manera ocasional, sin un plan de administración u organización, hoy son los entes más importantes en el ámbito mundial porque tuvieron al frente a personas capaces de gerenciar en un nivel más competitivo y perspicaz que los grandes emporios de aquellos tiempos.
Sin embargo, los viejos cánones de gerenciamiento han dejado de ser eficientes. Los gerentes tipo “superman” multiplicados en tareas, que resolvían los problemas internos de su empresa, que lograban los más altos estándares de productividad, dejando de un lado la calidad o viceversa, que salían al mercado a buscar clientes al mismo tiempo que intentaban satisfacer las exigencias de la clientela ya existente y que desempeñaban sus funciones en un constante devenir, son parte de la historia.
Por: Maestra Yubani Ramírez