El dinero parado se deprecia por el solo efecto de la inflación.
El camino a la estabilidad, desarrollo y éxito financiero no es exclusivo de las grandes empresas. También pueden lograrse en el ámbito personal, sin importar el nivel de ingresos. Alejandro Zubiria, Representante Regional en México de Fidemont, comparte cinco puntos clave para un buen manejo de las finanzas personales.
- 1. Deudas: establecer tiempos y evitar pagos mínimos. Una deuda puede ser buena y traer beneficios si se hace correctamente; de lo contrario, es muy peligrosa. Su duración no debe sobrepasar la de lo que se adquiere, y la deuda no debe ser para comprar alimentos u otros gastos diarios, ya que, siguiendo la lógica anterior, habría muy poco tiempo para liquidarla.
Sobre las tasas de interés, estas no deben superar por unos cuantos puntos porcentuales a la inflación, y debe evitarse hacer solamente los pagos mínimos de la deuda.
- 2. Renta: no más del 35%. El gasto en renta no debe ser más del 30% o 35% de los ingresos netos. O, en el caso de tener ahorros y combinarlos con un crédito hipotecario para conseguir una vivienda, lo ideal es que la cuota mensual no supere lo que costaría rentar ese mismo inmueble.
- 3. Educación: hasta un 15%. Las empresas más exitosas invierten en capacitación hasta el 30% de su presupuesto. En el ámbito personal, lo sugerido es destinar al menos 15% del ingreso en desarrollo personal, que pueden ser cursos, libros o estudios de carrera. Esta inversión en aprendizaje permitirá mejorar el nivel de ingresos a futuro.
- 4. Presupuesto: indispensable registrar gastos. Así como las empresas llevan contabilidad y estado de resultados, en la economía personal es fundamental tener un registro de gastos mensuales y asignarle un rubro a cada uno, como vivienda, movilidad, salud, educación, alimentos, accesorios generales, y esparcimiento.
- 5. Ahorro: dos o tres meses de ingresos para emergencias. Al menos el 10% del ingreso debe ser para fondos para el futuro, inversiones, eventos inesperados, o poder darse algún gusto, sin afectar las finanzas. Respecto a las reservas de emergencia, lo recomendable es que sean el equivalente a dos o tres meses del ingreso mensual, para poder tener paz ante alguna eventualidad.
“Hay que considerar que el dinero parado se deprecia por el solo efecto de la inflación. Por eso es fundamental que pueda ser invertido y también protegido; para ello existen numerosos instrumentos de inversión y herramientas de protección patrimonial, como los fideicomisos o trust”, confirma Zubiria.