Es muy probable que en alguna ocasión hayamos escuchado mencionar por distintos medios, ya sea radio, televisión, revistas o periódicos; el término “organismo empresarial” o en plural “organismos empresariales”, concepto que para muchas personas puede ser poco familiar.
La presencia de las agrupaciones empresariales en México data del período porfirista. Sin embargo, fue en los años treinta cuando se estableció que las empresas debían afiliarse obligatoriamente a la cámara u organización representativa del sector en que actuaran, este hecho marcó el momento en el que éstas consolidaron su permanencia en la estructura institucional de la sociedad mexicana.
Las primeras cámaras industriales surgieron en la segunda mitad de los años cuarenta, como resultado del rompimiento con las cámaras de comercio debido a la incapacidad de las mismas para defender los intereses de la base industrial recién creada, contra la creciente competencia derivada del repunte de las importaciones al término de la segunda guerra mundial.
Estos antecedentes ayudaron a definir con mayor claridad las relaciones institucionales entre las distintas cámaras empresariales existentes, y a la vez entre éstas y sus agremiados.
Del mismo periodo proviene el concepto de las cámaras como mecanismos para influir en las decisiones del Ejecutivo Federal y mantener una estrecha relación con el aparato gubernamental. Esta situación cambió poco hasta inicios de los años setenta, cuando se destacó su función de órganos de consulta.
En México existen más 200 cámaras y asociaciones empresariales incluyendo sus representaciones locales. Están divididas por sector productivo y ofrecen servicios de capacitación, asesoría, incubación de negocios y redes de contactos entre otros servicios. Desde 1996, pertenecer a una cámara empresarial ya no es obligatorio, según la Ley de Cámaras Empresariales y sus confederaciones, lo que permite que el empresario se adhiera a ellas de manera voluntaria. Participar de manera voluntaria y activa en una organización empresarial tiene grandes beneficios para la empresa y para las personas que la representan.
¿Qué es Coparmex y su beneficio para las empresas?
Es un sindicato patronal independiente, apartidista y de afiliación voluntaria que reúne a empresarios de todos tamaños y sectores, unidos por un profundo compromiso con México, y a quienes representa en los ámbitos laboral, económico, social y político dentro y fuera del país.
La Confederación Patronal de la República Mexicana, (Coparmex), a nivel nacional cuenta con 65 Centros Empresariales y más de 36 mil socios, reunidos a través de 14 Federaciones a lo largo y ancho de la República que conforman la representación local y la fuerza nacional de la Confederación.
Coparmex Ciudad de México, es uno de los 65 Centros Empresariales de afiliación voluntaria que defiende los legítimos derechos e intereses de los asociados en su carácter de empresarios e impulsa las reformas sociales, económicas, jurídicas y políticas que fomenten el desarrollo de las empresas en la ciudad. Busca generar una armonía en las relaciones de los empresarios entre sí y con los trabajadores, a través de la promoción de una nueva cultura laboral, impulsa el desarrollo de una economía de mercado con responsabilidad social y motiva la participación activa de sus socios, que está encaminada a generar las condiciones necesarias para el bien común.
La Confederación de la CDMX cuenta con más de 20 comisiones de trabajo,
conformadas por un grupo de socios del Centro Empresarial en el cual sus integrantes participan, estudian, desarrollan ideas y mecanismos de acción en temas específicos de su competencia, que permita un mejor desempeño de las empresas de la Ciudad de México.
Por: Mtro. Alejandro Mancera R.,
Presidente de la Comisión de Desarrollo Empresarial Coparmex, Ciudad de México
