¿Por qué contratamos personas y no sus habilidades?

Recientemente se expuso un debate sobre si los empleados pueden ser plenamente ellos mismos en el trabajo y no ser parte de un sistema en el que tienen que desempeñar roles. Se cree que esta forma de trabajar ayuda a fortalecer la cohesión, crear mejores equipos, desarrollar una mayor empatía, comprensión mutua y fomentar la creatividad y la asunción de riesgos dentro de los equipos.

 Trabajar en un entorno donde usted puede ser auténtico, cometer errores, expresar emociones de forma sana, divertirse; y además, cada persona aportar su conocimiento y experiencia, resolver tareas complejas y crear valor añadido para el equipo, la empresa y los clientes. Contratar personas en función de sus habilidades para satisfacer necesidades específicas podría funcionar en un mundo muy predecible y lineal.

 En un entorno en el que usted sabe exactamente qué tipos de tareas se avecinan y puede predecir cuándo y cómo cambiarán, puede resolver el rompecabezas de la fuerza laboral: “Tengo un vacío en mi organización y necesito un elemento que… para mí como líder organizacional se sienta más seguro”. Necesitamos personas que puedan hacer lo mismo, que estén dispuestas a intervenir y elaborar estrategias con los líderes empresariales. Pero ¿cómo contratar personas capacitadas en lugar de personas leales y apasionadas por su trabajo?

Entonces ¿las personas o sus habilidades?

Eso suena casi ideal. Cambiemos la mentalidad y miremos a las personas en lugar de sus habilidades, sin embargo, hay una advertencia. Las personas traen consigo debilidades y miedos, desencadenantes y tensiones emocionales. Usted debería estar preparado para aceptar eso también. Sólo así podrá integrar plenamente a las personas en su organización y permitirles aportar todo lo que se encuentra en la intersección de sus habilidades profesionales, intereses personales e inspiraciones.

Creo que se pueden obtener soluciones creativas a problemas relacionados con el trabajo de casi cualquier fuente, ya sea leyendo sobre sectores y áreas completamente diferentes, interactuando con comunidades no profesionales o incluso estudiando a los artistas y su trabajo. Sería útil crear un lugar seguro y acogedor en su empresa para aprovechar estos poderes ocultos de sus empleados.

 Muchas empresas ya están dando pasos hacia una visión más holística y humana de sus empleados. Algunos ya han adaptado su proceso de reclutamiento para incluir preguntas de comportamiento o enfoques basados en valores para determinar si una persona en particular encaja en una cultura para prosperar en ese entorno.

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Por: Dr. H.C. Emanuel Kramer

Fundador de Kramer Consulting International

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