En un contexto global marcado por la crisis climática, la rápida urbanización y la creciente presión sobre los recursos naturales, se ha vuelto urgente la necesidad de avanzar hacia una infraestructura sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
México enfrenta desafíos críticos en la ges tión de agua, energía, residuos, saneamien to, urbanización y movilidad. Abordar estos problemas de manera aislada no es viable, se requiere un enfoque integral que consolide todas estas áreas en proyectos sostenibles que sean ambientalmente responsables y promuevan el bienestar social y económico.
Uno de los mayores desafíos en la planificación urbana y la gestión de infraestructuras es tratar cada servicio de manera independiente. El suministro de agua, energía, movilidad y manejo de residuos suelen abordarse como problemas separados, lo que resulta en soluciones fragmentadas y menos eficien tes.
Adoptar un enfoque integral permite maximizar recursos, reducir costos y minimizar el impacto ambiental. La clave está en diseñar infraestructuras don de cada sistema respalde y complemente a los demás, creando sinergias que optimicen recursos y reduzcan la huella ecológica.
México y su potencial camino hacia la sostenibilidad
Algunas ventajas que hemos observado en México respecto al desarrollo de infraestructura sostenible consolidada son:
- Eficiencia en el uso de recursos
La integración de múltiples servicios en un solo proyecto permite alcanzar una eficiencia energética del 100%, según la Corporación Financiera Internacional (IFC), responsable de otorgar la Certificación EDGE Advance a las construcciones sostenibles.
Por ejemplo, las plantas de tratamiento de aguas residuales pueden generar biogás, mientras que el agua tratada puede reutilizarse en sistemas de riego o en la limpieza de áreas públicas. Asimismo, el uso de paneles solares en edificios, combinado con sistemas de almacenamiento energético, asegura un suministro constante de energía limpia.
- Reducción de emisiones y resiliencia climática
Al consolidar soluciones de energía limpia, movilidad sostenible y manejo de residuos, se puede lograr una reducción de hasta un 78% el consumo energético a nivel mundial, según información de la ONU-Habitat.
Además, las infraestructuras que integran la adaptación al cambio climático, como los sistemas de drenaje urbano sostenible o la recuperación de áreas verdes, contribuyen a que las ciudades sean más resilientes ante fenómenos climáticos extremos.
Por: Jesús Muñoz Esteban
CEO LatAm y Director Egis en México