Al referirnos a la propiedad intelectual, nos estamos refiriendo a la creación personal de una o un grupo de personas para su beneficio propio, aunque esta propiedad intelectual sea “privada”, tiene beneficios extra que podrían cambiar el mundo.
Patricia Conelly, Consultora de Servicios Técnicos en ClarkeModet México, muestra idea de la mejor manera de aprovechar esto para beneficio de las empresas sociales:
“Las empresas sociales tienen grandes oportunidades al aprovechar y utilizar la propiedad intelectual como una herramienta para la gestión de su propio conocimiento, ya sea en forma de patentes, modelos de utilidad, diseños industriales, marcas o derechos de autor, entre otros.
Es decir, el contar con una vigilancia, control y planificación de la propiedad intelectual, lleva de forma natural a aumentar el atractivo de las empresas sociales para los inversionistas y socios, así como disuadir a los competidores de copiar las invenciones e incluso permitir que los desarrollos se comercialicen ordenadamente a través de concesiones de licencias, transferencia de tecnología o en general por cesiones de los derechos de propiedad intelectual, evitando el mal uso de las propias innovaciones.
Además, cuando las empresas sociales se atreven a proteger sus creaciones, fomentan una mayor conciencia y comprensión de la propiedad intelectual, proporcionando una mayor visibilidad de los problemas sociales-ambientales que enfrentamos en la actualidad, así como la necesidad de soluciones reales e innovadoras, al tiempo que son una fuente fiable de información de referencia para aquellos interesados en el tema.
Por lo tanto, parece imperativo comprender que la propiedad intelectual no es contraria a los ideales de las empresas sociales; en cambio, es un instrumento poderoso para fomentar el círculo virtuoso de la innovación acercando las causas sociales-ambientales a modelos, también, económicamente sostenibles.”
Fuente: ClarkeModet
Por: Fernando Becerril
Reportero