La ruta de éxito de la empresa requiere la alineación de propósito, marca y cultura. En conjunto, impulsan innovación y creatividad, atraen y retienen el mejor talento, guían el cambio desde adentro y construyen experiencias significativas para clientes y empleados, llevando al negocio en la dirección correcta.
Hoy reconocemos que cada vez es más relevante e indispensable que las empresas tengan un propósito claro, una marca fuerte y una cultura inspiradora. Cada uno desempeña un papel fundamental para la empresa, pensamos que si al menos tenemos uno, podríamos cambiar el negocio; la realidad es que no.
Actualmente, los colaboradores quieren trabajar para empresas que compartan sus mismos valores, entender por qué hacen lo que hacen y no solo entender lo que hacen. Los clientes desean relacionarse con marcas con las que se identifiquen y estén dispuestas a hacer una apuesta por un objetivo superior.
Una mirada en retrospectiva
Demos un paso atrás y entendamos porque hoy es importante que tanto marca, propósito y cultura estén alineadas y trabajen en conjunto.
Ahora, si damos un paso adelante y consideramos la propuesta de Raj Sisodia, Capitalismo Consciente, vemos que tanto el capitalismo como los negocios son esencialmente provechosos si los beneficios son para inversor, empleado, cliente, proveedor, aliado, sociedad y medio ambiente y el fundamento de la empresa es la rentabilidad, las personas y el planeta en general.
Por qué importa el propósito
Larry Fink, CEO de BlackRock en su carta a los CEOs en 2019 expresó: “Por el contrario, un fuerte sentido de propósito y un compromiso con las partes interesadas ayuda a una empresa a conectarse más profundamente con sus clientes y adaptarse a las demandas cambiantes de la sociedad. En última instancia, el propósito es el motor de la rentabilidad a largo plazo”. El propósito no es una frase publicitaría o una oferta comercial, tampoco es algo que solo trabaja el “cómo” se hacen las cosas o una frase con la que nos conozcan los clientes; el propósito si es, por el contrario, el “por qué” hacemos las cosas, es la inspiración para pasar a la acción, es emocional, armoniza mente y sentimiento, es realista, creíble y sustituye el concepto de “misión y visión”.
Culturas que inspiran y comprometen
Las culturas fuertes no suceden de una manera aislada. Necesitan una responsabilidad compartida, y líderes que se comporten a ser ejemplo para el resto del negocio.
Por: Jerónimo Pérez Saldías
Consultor en Comunicaciones,
Marketing e Innovación.