
¿Qué podríamos rescatar de la palabra Retiro?
Muchos aprendizajes, experiencias y sobre todo oportunidades. Cuando escuchamos esta palabra, la mayoría de las veces le damos una connotación poco amigable. Claro, no es fácil asimilar tantos años de dedicación, motivación e inversión en tiempo, esfuerzo y recursos para que hoy se presente el momento de dejarlo. Sin embargo, muchas veces se malinterpreta este concepto. Realmente la etapa de retiro no tiene edad.
¿Por qué?
Esta etapa es una oportunidad de reorientar la actividad presente, sumando algunos aspectos que se dejan en la mochila y nunca se sacan para vivirlos.
Por esta razón, es necesario plantear el significado desde la perspectiva integral: “Aquello que he experimentado, aprendido y enseñando más aquello que me apasiona, que puedo aportar y con lo que quiero contribuir para ser parte de una evolución”. Para acuñar este concepto, como primer paso, es necesario analizar, reflexionar y construir esta nueva etapa que parte de entender cómo tomamos las decisiones.
¿Cuál es el mejor momento para tomar decisiones?
Pregunta muy escuchada y no siempre contestada. La respuesta desde una óptica positiva y sobre todo enriquecedora es “Hoy”. Como todos sabemos y lo hemos experimentado, los cambios son continuos, vienen sin avisar, sin embargo, hay cambios planificados.
A partir de esta premisa hay otro cuestionamiento: Pensar todo lo que pasa en nuestro interior cuando vivimos una transición profesional, de vida o incluso, en el equipo de trabajo. La mayoría de las veces escuchamos voces como “No me dedico a lo que me apasiona, me han dicho que esa idea que tengo ya está saturada en el mercado, ya no tengo una edad o energía para hacer un emprendimiento, etc.” La primera decisión hoy es analizar los recursos con los que contamos.
Si nos enfocamos en lo que nos ha motivado, llegaremos más rápido a entender cuál es nuestro más profundo deseo e intención. Piensa en tus mayores aprendizajes, ya sea de experiencias positivas o negativas, toda experiencia deja una huella.
El descubrimiento de saber enfrentar o confrontar situaciones y superarlas. Tus mayores fortalezas como habilidades, aptitudes, destrezas o capacidades desarrolladas a lo largo de tus principales actividades y tus valores, aquello que guía tu vida.

Por: Lic. Carmen Olguín
Coach Wingwave I Consultor para transición profesional, retiro activo y continuidad laboral.