La salud es vital para el bienestar y el progreso de la sociedad. Y si bien podemos desesperarnos ante las amenazas que leemos todos los días en los titulares de noticias —demencia, resistencia antimicrobiana, pandemias—, lo cierto es que hemos vivido cincuenta años de progreso en la salud.
Con estas palabras se presentó: 50 Years of Global Health Progress, reporte que a través de siete historias: enfermedades tropicales desatendidas, malaria y tuberculosis, vacunas, cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, hepatitis C y VIH/SIDA; muestra los avances, las alianzas y los desafíos que ha enfrentado la salud.
La International Federation of Pharmaceutical Manufacturers & Associations (IFPMA) que este año conmemora su cincuenta aniversario, destaca que la experiencia que dejan estos años es comprender que la salud global es mucho más que medicamentos y vacunas; pues para alcanzarla es necesario construir e invertir en sistemas de salud sólidos, desarrollar programas de educación de salud pública, y fortalecer estándares y regulaciones.
Como parte de este esfuerzo la industria biofarmacéutica, en colaboración con centros de investigación, gobiernos y organizaciones donantes; ha desempeñado un papel no solo en materia de prevención y tratamiento, sino que ha contribuido a fortalecer los sistemas de salud y hacer que la cobertura universal sea una posibilidad.
El documento destaca que en el último año los integrantes de IFPMA, incluida la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), invirtieron 159 mil millones de dólares en investigación, y reseña su aportación y los resultados logrados en siete áreas terapéuticas.
Algunas significativas para México por la prevalencia que presentan en el país son:
Diabetes: La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que esta será la séptima causa de muerte en 2030, con un aumento esperado de 205 millones de casos adicionales para 2035 si no se toman las medidas adecuadas. Además de las mejoras a la insulina y la terapia celular, la inyección o la inserción de células vivas en un paciente para asumir la función de las células defectuosas; la I&D permitió desarrollar un páncreas artificial capaz de administrar insulina y glucagón cada cinco minutos según se requiera, a través de una aplicación en Smartphone para calcular las dosis necesarias.
Cáncer: En 1968, un niño con leucemia linfoblástica aguda tenía un diagnóstico fatal, los tratamientos actuales proporcionan tasas de curación cercanas al 90% para todos. El tratamiento de cada uno de los diferentes tipos de cáncer es un proceso complejo con muchas etapas, que varían en cada paciente y de un tipo a otro. El pipeline biofarmacéutico nunca ha sido más prometedor, hoy 79% de los medicamentos en desarrollo para el cáncer tienen el potencial de ser tratamientos de primera clase, introduciendo formas completamente nuevas de tratar la enfermedad. Más del 70% de los medicamentos contra el cáncer que están en proceso, también tienen el potencial de ser medicamentos personalizados.
Cardiovasculares: En los últimos 50 años, comprender la interacción de los factores genéticos, ambientales y de estilo de vida en las enfermedades cardiovasculares, permitió a la industria farmacéutica desarrollar una gama de medicamentos preventivos. Hoy existen más de mil 400 tratamientos, de los cuales 320 son productos de primera clase que actúan sobre un nuevo objetivo molecular. Además existe un gran potencial para que las tecnologías digitales revolucionen la prevención y la atención. Las compañías están colaborando con los pagadores y otras partes interesadas para desarrollar algoritmos que puedan predecir el riesgo e impulsar la intervención temprana.
Por: AMIIF, Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica.