Gestación de la educación moderna a través del papel destacado de nuestros inolvidables bachilleres.
Los antecedentes del Colegio de San Ildefonso en la Ciudad de México, se encuentran en la misión educativa de los Jesuitas que, en 1583, fusionaron los seminarios de San Bernardo, San Miguel y San Gregorio; designando entonces el nombre de Colegio de San Ildefonso en honor al Santo Arzobispo de Toledo. En el siglo XVIII fue transformado en el edificio barroco que hoy todavía podemos disfrutar. Ante la expulsión de los Jesuitas, el Colegio se convirtió en el cuartel del Regimiento de Flandes, también operó como sede de la Escuela de Jurisprudencia y de algunas cátedras correspondientes a la Escuela de Medicina; en 1847 contuvo a los invasores norteamericanos y en 1862, a los franceses.
Fue hasta 1867, —bajo la presidencia de Benito Juárez—, cuando se expidió la Ley Orgánica de Instrucción Pública, de la cual derivó la fundación de la Escuela Nacional Preparatoria ubicándose precisamente en el Colegio de San Ildefonso. El Presidente Juárez nombró entonces al Doctor Gabino Barreda como su primer Director. Particular anécdota de esta institución ocurrida en 1882, lo constituyó el que la Nacional Preparatoria recibiera ¡a su primera estudiante femenina! Matilde Montoya —primera mexicana en graduarse como médico-.
La evolución del Colegio ha ido de la mano con la propia historia nacional. A principios de siglo, en 1904, cuando la Escuela era dirigida por el Dr. Miguel E. Schulz, se avanzó en la construcción del Anfiteatro Simón Bolívar que engalana la entrada del recinto, surgiendo en 1906 la primera sociedad de alumnos presidida, ni más ni menos, que, por Don Alfonso Reyes. Tres años después, un grupo de preparatorianos destacados conforman el ilustre “Ateneo de la Juventud”, entre ellos se encontraban el mismo Reyes, Antonio Caso, José Vasconcelos y Diego Rivera. Ya para 1910, la Escuela Nacional Preparatoria se incorporó a la recién inaugurada Universidad Nacional fundada por Don Justo Sierra, destacando por sus ilustres maestros y egresados.
Durante la época revolucionaria la Preparatoria se separó de la Universidad por iniciativa de Carranza; hasta que, en 1920, José Vasconcelos la reincorpora reduciendo el plan de estudios a dos años. En los años treinta las instalaciones se comparten con los estudiantes de la Escuela de Jurisprudencia, y es a partir de los cincuenta cuando se crean otros planteles similares con insignes nombres de Maestros de Preparatoria: Gabino Barreda, Erasmo Castellanos Quinto, Justo Sierra, Antonio Caso, José Vasconcelos; entre otros. La última generación egresó de la Escuela Nacional en 1980.
Actualmente, se puede disfrutar de dos magníficos espacios dentro del Colegio: la Capilla, la cual albergó a la Preparatoria y hoy se ocupa para exposiciones y el Anfiteatro “Simón Bolívar”, auditorio que resguarda el mural de Diego Rivera titulado “La Creación”, recinto con una visita obligada para quienes desean comprender mejor la evolución de la historia nacional y la gestación de la educación moderna a través del papel destacado de nuestros inolvidables bachilleres.
Por: Angélica de la Vega