La aplicación de acciones, medidas a favor de la sustentabilidad y demostrar los avances en esta materia de forma clara y transparente, son cada vez más necesarias
Cuando hablamos de sustentabilidad, generalmente la orientación es hacia la praxis y hacia la exposición de las mejores prácticas en la materia. Pero un tema igualmente relevante es la forma en que es posible medir las acciones implementadas y comprobar que realmente estamos operando como una empresa o entidad sustentable.
Al respecto, existen numerosos indicadores y certificaciones que permiten verificar el impacto de nuestras acciones en materia de sustentabilidad, lo cual nos lleva a dos situaciones comunes que se viven a nivel empresarial: o no se reporta nada, principalmente en los casos donde no es obligatorio hacerlo, o se genera demasiada información, mucha de ella irrelevante o difícil de entender, por lo que no es posible identificar los avances que se están logrando.
Ambos extremos nos colocan en una misma situación, una incapacidad de verificar los avances y verdadero impacto que se ha alcanzado no solo por la organización que está impulsando medidas en materia de sustentabilidad sino en sus comunidades de influencia, lo cual debería estar en el centro de toda política que se desee realizar en esta materia.
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Afortunadamente se ha desarrollado una metodología integral para reportar las acciones e impactos de cualquier institución en las comunidades, y su uso se ha permeado a un gran número de empresas a nivel internacional.
La metodología desarrollada por la Global Reporting Initiative (GRI) ha alcanzado la categoría de estándar para organizaciones tanto públicas como privadas y representa una poderosa herramienta para la exposición de las medidas realizadas por una entidad en materia de sustentabilidad social, económica y ambiental. Es también una forma cada vez más usada de comunicación que usan las empresas para expresar en un lenguaje común y homogéneo lo que están haciendo a favor de la atención de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados a nivel global para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar el crecimiento económico sustentable.
Por lo anterior, sectores como el minero ha sido uno de los que han adoptado abiertamente este estándar para reportar sus avances en materia de sustentabilidad. Este sector, derivado de la naturaleza de su actividad, ha sido visto con cierto recelo tanto por las comunidades aledañas a las actividades mineras como por ambientalistas, entre otros grupos. Sin embargo, ha realizado un importante trabajo para cuidar el impacto ambiental y social en las zonas en donde se instalan y ha fortalecido sus programas a favor del desarrollo económico de sus comunidades de influencia, en los últimos años.
A pesar de ello, las dudas sobre el impacto neto de sus actividades han sido algo común, por lo que la presentación de reportes bajo la metodología del GRI les ha ayudado en gran medida a mejorar su posicionamiento como entidades que generan importantes beneficios por su actividad. Por ende, organizaciones como el International Council on Mining and Metals (ICMM) o la Extractive Industries Transparency Initiative Standard (EITI), que engloban los esfuerzos tanto públicos como privados de las principales empresas mineras a nivel mundial, así como de los países que las albergan, han tomado como referencia la metodología desarrollada por el GRI para reportar los avances y cumplimiento de compromisos de los ODS’s para este sector.
Por: Dr. Fernando G. Toriz Flores, Experto en materia de Transparencia y Rendición de Cuentas.