Transformando con Métodos Ágiles a empresas de servicios

“¿Sabes cuál es el problema de este mundo? Todos quieren una solución mágica a los problemas, pero todos rehúsan creer en la magia”.

El Sombrero Loco.

Cuando hablamos de prácticas ágiles, muchas organizaciones piensan que es algo referente a la industria de desarrollo de software, y se pierden la oportunidad de probar las bondades que puede traer la aplicación de estas metodologías al ámbito de servicios.

Como parte del proceso de innovación que promueve la empresa al interior de la organización, surgió la necesidad de generar un ciclo de mejora en nuestros proyectos para incrementar la rentabilidad de nuestro portafolio y a la vez incrementar la satisfacción de nuestros clientes, tras realizar un diagnóstico llegamos a la conclusión que había proyectos que debían evolucionar a una práctica más simple, pero que a la vez permitiera generar los resultados esperados, y fue así que se tomó la decisión de implementar las prácticas de SCRUM.

El significado de ser ágil
El primer reto que enfrentamos fue concientizar a los grupos de trabajo y áreas funcionales, para garantizar que, desde las áreas de soporte administrativo, hasta las áreas de implementación estuvieran en sincronía con el nuevo método de trabajo. La simple idea de evolucionar a procesos más sencillos, con ciclos de generación de valor al interior, causó gran curiosidad e interés en los colaboradores, se llevó a cabo el proceso de certificación en fundamentos de SCRUM a nivel organizacional, ahora todos sabíamos que significaba ser ágil.

Con la certeza de estar alineados en la nueva filosofía de agilidad y con conocimientos homologados, se inició la detección de proyectos a transformar, pero, ¿cómo saber si la selección era la adecuada, o no?, simple, seleccionamos de nuestro portafolio aquellos proyectos cuyo alcance no era claro, se requería un resultado en el corto plazo y el equipo de trabajo era multidisciplinario.

Para cumplir con el principio de equipos auto-organizados, se comunicó de forma clara el rol, la responsabilidad de cada miembro y la meta a perseguir.

Las bases para realizar estimados de el sprint2 y el backlog3 estaban sentadas, comenzaron las reuniones diarias y el principio de transparencia se empezó a vivir; el proceso de transformación había iniciado y la incertidumbre de los proyectos seleccionados fue evolucionando a una generación de valor continua que se tradujo a la vez en satisfacción de nuestros clientes.

Por: Xóchitl Vera Ortiz

Directora de Planeación y Finanzas, MBA, C|CISO, COBIT, ITIL, SCRUM. Innovati Consulting

Azucena Martínez Aguirre

SPOC, PMP, YBSS, SCRUM MASTER, Oficina de Administración de Proyectos

 

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