Mucho se ha hablado sobre liderazgo y productividad, sin embargo, algunos sufren dificultades a la hora de comunicarse con su plantilla para que todo gire en torno al éxito de la empresa.
Víctor Eduardo Salgado Carmona, consultor de negocios y escritor, diseñó una metodología basada en tres principios para saber delegar bien y con ello ganar tiempo para el dueño, hacer trabajadores más productivos y tener la posibilidad de mejorar el negocio y pensar en crecerlo.
1.¿Me entendiste?
Cuando un empresario delega una tarea a alguien, sea del rubro que sea, es necesario que se le pregunte al empleado ¿me entendiste? Si el trabajador responde que no o no muy bien, hay la oportunidad de repetir las instrucciones; si dice que sí, acto seguido debe preguntarse ¿qué me entendiste? De esta forma, se sabrá si el empleado realmente entendió la asignación.
2.Seguimiento
Las tareas deben supervisarse durante su proceso y deben tener una fecha límite de entrega. Es importante que el empresario tenga en cuenta fecha y hora para validar si la tarea se realizó correctamente (pueden por día, por semana o por mes). Para este punto, tanto el dueño del negocio como sus subordinados deben contar con calendarios de actividades.
3.Consecuencia
Este punto es importante porque aquí el empleado puede recibir una pena en caso de no realizar la tarea, pero impuesta por él mismo y no por el patrón. Es recomendable que sean los mismos trabajadores que se autoimpongan un castigo en caso de no entregar el resultado al que se comprometieron. Las “multas” pueden ir desde invitar a todos a comer hasta quitarse un día de vacaciones. De esta manera, los mismos empleados incrementarán su productividad para no ser sancionados “por ellos mismos” y cumplir con los requerimientos.
Por: Fernando Becerril
Reportero.