El tema fiscal es uno de los mayores retos para las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y muestra de ello es que 8 de cada 10 afirman que lo fiscal impacta en gran medida su operación, además que 53% de las empresas señalan dentro de sus estrategias prioritarias para este año ajustar y gestionar mejor sus gastos e inversiones, revela una encuesta de Up Sí Vale.
Es importante saber deducir los gastos que una empresa haga, porque si bien es uno de los temas principales para todo emprendedor, muchos no saben cómo gestionar adecuadamente o que se puede deducir. Por ello, Up Sí Vale nos comparte tres principales gastos que pueden deducirse en las Pymes:
- Despensa, comida o incentivos a empleados
Si bien en estos momentos muchas empresas no han podido aumentar el sueldo a sus empleados, otorgar un beneficio de despensa, comida o incentivos es una buena opción para apoyarlos y motivarlos. En el caso de los vales de despensa en el primer año de prestación la empresa puede deducir un 47% y a partir del segundo año esto se incrementa al 53 por ciento.
Algo que pocas Pymes saben es que pueden decidir apoyar a sus empleados específicamente con su alimentación; así debidamente timbradas y documentadas estas prestaciones pueden ser deducidas ante el SAT en un 100 por ciento. Otra alternativa es dar incentivos para fechas y ocasiones especiales, como por ejemplo, las fiestas de fin de año o el día de las madres. Estos apoyos correctamente timbrados ante el SAT pueden ser deducibles de igual manera hasta en un 100 por ciento.
- El combustible
Para los negocios que han tenido que aumentar sus gastos en movilidad debido a las entregas a domicilio, el combustible se ha vuelto un gasto indispensable y un recurso que de no ser correctamente gestionado puede representar una fuga de capital. Por el contrario, si es correctamente etiquetado, facturado y documentado es deducible al 100 por ciento.
- Herramientas de trabajo
Recientemente con la entrada en vigor de la nueva ley del teletrabajo los gastos por las herramientas de trabajo y servicios de internet que necesitan los colaboradores no son ingresos extra para el trabajador y ahora son requerimiento de ley por lo tanto, no generan impuestos y por el contrario serán deducibles. El reto aquí se encuentra en que las empresas se aseguren de contar con una factura a nombre de la compañía, que certifique el destino específico de estos gastos y que no lo den directamente a los trabajadores ya que esto podría ser considerado para efectos fiscales como un aumento de sueldo.
Por: María Vallejo
Reportera