“Es momento de hacer conciencia respecto a lo que vale nuestro tiempo y el de los demás. Hagámonos responsables de nuestras acciones y pongamos el ejemplo”.
En los años que llevo como empresario y consultor de empresas he leído y escuchado infinidad de veces, dicho por “expertos”, que debemos aprender a administrar el tiempo como un recurso. Pero ¿es el tiempo un recurso que se pueda administrar?
En realidad creo que no. Algunos especialistas dicen que nosotros como individuos debemos administrar nuestras actividades y quehaceres con respecto al tiempo, pero ¿es acaso una manera subjetiva cómo percibimos el paso de los minutos y las horas?
En México tenemos una forma especial de relacionarnos con el tiempo, infortunadamente como sociedad hemos desatendido el valor y la educación por este elemento llamado tiempo.
“Siento haber llegado tarde, el tráfico estaba horrible”. Pero la verdad es que no fue el tráfico lo que hizo que llegaras tarde. Sencillamente, no hiciste el esfuerzo de llegar temprano y, para cubrir ese desatino o evitar las críticas, tomaste el camino más fácil: inventar una excusa. Así que, como puedes ver, es claro que dar una excusa significa ser deshonesto con uno mismo y con los demás. (Fragmento del libro “La Vaca”, Dr. Camilo Cruz).
Lo curioso del asunto es que buscamos de una forma o de otra echarle la culpa de nuestra falta de responsabilidad al tráfico, a una manifestación, al metro, a un policía, al semáforo o a un accidente en nuestro camino.
Es innegable que siempre existe la posibilidad de encontrarnos con algún contratiempo en nuestro trayecto, sin embargo quienes vivimos en ciudades tan complejas como la Ciudad de México ya “deberíamos” estar más que acostumbrados y familiarizados con todos estos factores que están presentes día a día, y que ya dejaron de ser creíbles como excusa para justificar nuestros retrasos.
Respetando el tiempo
En la actualidad resulta ser una virtud llegar de manera puntual a una cita o una reunión cuando en realidad es una obligación personal estar presente a la hora acordada. Esto a su vez nos lleva a otra situación importante que perdemos de vista fácilmente: el respeto por el tiempo de los demás.
Es de vital importancia concientizarnos sobre el valor del tiempo para las demás personas y creo que esto debería ser parte de los programas de educación básica en nuestro país.
Por: Alejandro Mancera Rodríguez Maestro en Consultoría, empresario y Presidente de la Comisión de Desarrollo Empresarial COPARMEX Ciudad de México.