“Es importante que quien promueva un proyecto de salud esté consciente que no se trata de otra construcción más”.
Cuando enfrentamos un problema complejo nada es más tranquilizador que saberse respaldado por un experto. Nadie duda en acudir al cardiólogo cuando se presenta algún síntoma relacionado con el aparato cardiovascular; o en consultar al neurólogo si se trata de un padecimiento de la función cerebral. Inclusive, hoy para preservar la salud, se ha superado el prejuicio de consultar a profesionales de la psicología o de la psiquiatría. Algo similar ocurre con los aspectos legales. Es claro que un abogado laboral será el litigante adecuado cuando se refiere al derecho de trabajo. No se diga en el ámbito penal, en donde nadie pensaría en acudir con un notario para enfrentar un juicio, solo por el hecho de ser su conocido.
El ejercicio de la arquitectura se aplica a todo tipo de construcciones: casas, hoteles, oficinas, comercios, entre otros muchos. A su vez, es posible ejercer la profesión enfocándose en una o varias actividades relacionadas con la construcción. Estas van desde la planeación, diseño, presupuestación, construcción, supervisión, mantenimiento y gerencia de obra, por citar algunas.
En conjunto, ambos sistemas arrojan cifras nada alentadoras. Según los datos publicados en el portal del Banco Mundial, en 2015 se reportaron 1.5 camas hospitalarias por mil habitantes en México; en 2014 el promedio de América Latina era 2.17; y el de los países de la OCDE en 2013 fue 3.18. No obstante que se trata de un dato que varía cada año, y que la tendencia debería ir a la baja en la medida en que avanza la ciencia y la medicina preventiva, lo cierto es que el déficit de camas es notorio y superarlo implica la construcción de infraestructura hospitalaria.
Actividad específica
Generalmente en arquitectura se habla de especialización cuando el profesional desempeña una actividad específica, como el diseño, supervisión, etc. No es común hacerlo en lo que se refiere al género de construcciones. Seguramente
son escasos los arquitectos especialistas en iglesias, por ejemplo, aun cuando hay quienes se dedican casi exclusivamente a cubrir un mercado particular, como hoteles, complejos habitacionales, corporativos, o desarrollos comerciales mixtos, entre otros.
La convivencia de esta multiplicidad de funciones debe realizarse de acuerdo con patrones de circulación establecidos por la normatividad, la cual garantiza que no habrá cruces o situaciones que generen un riesgo para la salud de pacientes, personal y público en general.
Por otra parte, el diseño constructivo de hospitales implica múltiples retos, desde una selección cuidadosa de materiales y acabados antibacteriales y de fácil limpieza, hasta la definición de numerosas redes de instalaciones electromecánicas, de gases medicinales, o telecomunicaciones. Todo esto consecuente con criterios operativos específico de cada área, y con estricto apego a la normatividad oficial.
Todo lo anterior ilustra la intrincada naturaleza de las unidades médicas, independientemente del origen de su
financiamiento. Por ello, es importante que quien promueva un proyecto de salud esté consciente que no se trata de otra construcción más.
Se trata de una sociedad gremial, de alcance nacional, adscrita al Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México que tiene como tarea ser corresponsable social de la salud en México.
Por: Arq. Ramiro Ortiz Treviño,
Certificado en Diseño de Edificiospara la Salud.
Vicepresidente deFinanzas de la SMAES, SociedadMexicana de Arquitectos Especializados en Salud, A.C.
Vicepresidente de Asuntos Financieros del CAM-SAM.