El concepto de desarrollo humano se remonta a la edad antigua, filósofos como Aristóteles y Platón se cuestionaban acerca del hombre, su bienestar, su felicidad; y fueron estos cuestionamientos los que dieron paso a diferentes interpretaciones y concepciones del término. Pero de manera general y a grandes rasgos, podemos decir que se refiere a la disponibilidad de recursos para satisfacer las necesidades biológicas y materiales; y a la conformación de un entorno que le permita al individuo explotar su potencial en todos los ámbitos, como lo fisiológico, social, económico y laboral.
¿Cómo se desarrolla con el ámbito laboral?
El hombre mantiene una relación interdependiente con su trabajo, es decir, cada uno de los dos intervienen de forma directa en una transformación mutua. Es por eso que al estar hablando de desarrollo humano, no podemos dejar fuera todo lo relacionado con el ámbito laboral y profesional.
El componente más importante de las organizaciones es el capital humano, ya que, como ventaja competitiva se entiende como un factor que permite a una empresa diferenciarse de la competencia.
Por ello, hay que tener en cuenta que actúa como recurso que hay que moldear y cuidar a través de diferentes métodos como planes de formación o de desarrollo que generen valor añadido en la estructura empresarial.
Es ahí donde las organizaciones tienen la responsabilidad de proveer un entorno que propicie el desarrollo de talento, mediante un conjunto de iniciativas que promuevan el crecimiento profesional de su plantilla. Con estas estrategias se busca capacitar a los empleados para asumir nuevas funciones y crecer dentro de la empresa; para así generar desarrollo profesional, que es el proceso de crecimiento personal que va satisfacionedo las necesidades de auto-suficiencia y autosuperación que cada individuo tiene.
El desarrollo de talento humano es una estrategia a largo plazo que arranca en el momento mismo de la contratación y se mantiene durante toda la trayectoria del trabajador en la empresa. La formación continua es el pilar básico del desarrollo de talento, pero también se incluyen medidas para mejorar la satisfacción laboral.
Por: Javier Carreño Piñón
Director de Cultura y Estructura en Worken.