Teoría del dilema de la empresa buena y la empresa mal

Las empresas representan un papel importante en un país para que la economía crezca, ya que generan ingresos a través de inversiones y aumentan los empleos. Además, los gobiernos deben brindarle confianza a los empresarios o dueños de negocios con políticas públicas efectivas en materia de seguridad, simplificación administrativa, leyes equitativas entre patrones y trabajadores, administración imparcial de justicia entre otros aspectos.

Lo ideal es que las empresas evolucionen de manera positiva, pese a los inconvenientes que pudieran surgir, en algunos casos, con la ayuda del país de donde tienen un origen para evitar su quiebra o extinción, tal es el caso de las industrias automotrices Chrysler y General Motors que a principios del año dos mil entraron en crisis financiera, siendo apoyadas por el gobierno estadounidense.

Consecuentemente, en la iniciativa privada existe un lado positivo y negativo a lo que he denominado “Teoría del dilema de la empresa buena y la empresa mala”, para ello me permitiré hacer un desarrollo y análisis que consiste en lo siguiente:

 1.Por su creación u origen: La empresa buena surge conforme a la ley, es decir, cumple con todos los requisitos exigidos por las instituciones del Estado y normatividad jurídica para que puedan funcionar. Hay múltiples empresas en México y en el extranjero que se erigen legalmente.

Por el contrario, la empresa mala surge con fraude a ley, es decir, al parecer cumple con todos los requisitos exigidos por las leyes para su creación, sin embargo, regularmente se constituyen con documentos falsos o alterados para funcionar, ello sin soslayar que también contribuyen a la corrupción en contubernio con algunas autoridades o funcionarios públicos. Tal es el caso de las empresas denominadas “fantasmas”, las cuales, en la mayoría de los supuestos, se dan de alta ante instituciones de seguridad social y hacienda.

2.Por sus directivos: En las empresas buenas los directivos regularmente son los socios o fundadores, personas que tuvieron la actitud para materializar sus sueños a través de la creación de su negocio o empresa; por el contrario, en las empresas malas, los directivos suelen ser testaferros, ya sea por voluntad propia o por medio de engaños, ignorancia o estado de necesidad de las víctimas.

3.Por su filosofía: Dentro de la filosofía de las empresas buenas se encuentra misión, visión y valores, siendo éstos la parte toral de la organización. Una empresa que adolece de dichos mandamientos no tiene una claridad de sus objetivos. A contrario sensu las empresas malas tienen como fin primordial cometer ilícitos, consecuentemente no les interesa conducirse con una filosofía de integridad.

 4.Por su ética: La empresa buena debe conducirse con fines éticos, desde luego, ello representa diversas bondades al minimizar los riesgos de que sea sancionada, aunado a ello, permite establecer códigos de conducta dentro de la organización, tanto para los directivos como para los empleados. La empresa mala carece de valores éticos, por ende, ello traerá consigo que se vea involucrada en diversos problemas legales, ya sea penales, laborales, administrativos o civiles.

Por: Dr. Rubén Darío Merchant Ubaldo

Por: Dr. Rubén Darío Merchant Ubaldo

Experto en Derecho Sanitario y Compliance en Salud.

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