Una forma de impulsar el desarrollo en sectores en crecimiento es a través de la inversión. Esta puede tener lugar de forma directa en su capital o a través de un apalancamiento con emisión de deuda. Los inversionistas institucionales podrían obtener mejores rendimientos, si tuvieran oportunidad de comprar o invertir en deuda de compañías cuyo sector está en crecimiento. De esta manera, con los recursos de los fondos que administran financiando su capital de trabajo, las empresas crecen, generan empleos, mejoran la perspectiva del sector y a cambio los inversionistas institucionales pueden ofrecer mejores rendimientos a sus accionistas,
i.e. los beneficiarios de las afores, aumentando así la credibilidad en el sistema de ahorro para el retiro y el crecimiento de la economía formal.
Si las empresas no tienen la dimensión para colocar acciones en bolsa, la alternativa es emitir deuda, la cual representa una opción para los inversionistas institucionales en México, que se ven limitados a evaluar sus prospectos con probabilidades de incumplimiento correspondientes a las calificaciones otorgadas a las empresas emisoras por las agencias calificadoras como Moody’s, Standard and Poors, Fitch y HR. La Circular emitida por CONSAR (2013- A, p.16), relativa al régimen de inversión, en su artículo 24, propone límites regulatorios respecto a niveles de calificación de acuerdo a las características de los instrumentos de deuda.
Por esta razón, el día de hoy las AFORES dedican sólo el 18% de sus recursos en instrumentos de deuda emitidos por empresas e instituciones no gubernamentales (CONSAR, 2013-B) y su crecimiento en los últimos cinco años ha sido del 9%, mientras que la inversión en renta variable internacional ha tenido un crecimiento del 127% para alcanzar el 16% de los recursos totales.
Por: Hernández Prado, Alfredo y Pacheco Villaldama, Victor