En el presente texto, quisiera que emprendiéramos un recorrido por el noveno mes del año, el cual ha sido catalogado emblema de la historia de México.
Comencemos a partir de ese rito tan enigmático que nos heredó el post revolucionarismo, el informe de gobierno, ceremonia en la que la cúpula gubernamental cada día primero realiza su vanagloria personal al rendirlo (cuyos detalles y cambios de formato son de todos conocidos); y que sirve de ocasión para los grandes brindis y las presunciones intangibles hacia la población que debería verse beneficiada con los logros anunciados.
Nuestra Historia
Otra fecha que sobresale en este recorrido es el día 13, que representa culminación de las batallas de 1847, con la toma del Castillo de Chapultepec por parte del ejército estadounidense, donde oficialmente se destacan a 6 niños que fallecieron en ella, sin poner en tela de juicio su valentía pero quisiera recordar que en diversas fuentes se hace alusión a que “los niños héroes de Chapultepec”, se vieron en la obligación de defender su fuerte al encontrarse castigados.
Llegamos al día siguiente, pero del año 1824, fecha en la que -sin saber su destino- los pobladores de Chiapas (entonces territorio guatemalteco), deciden formar parte de los Estados Unidos Mexicanos; efeméride que el Poder Judicial de la Federación arropa como suya toda vez que representa una democracia absoluta y tan lejana a la situación actual de la mencionada entidad federativa.
Ni hablar de la llamada fiesta nacional, que irónicamente en la memoria mundial queda por debajo del 5 de mayo: la iniciación de la independencia. Al respecto, el primer punto que me gustaría resaltar es preguntar si realmente debemos de contabilizar 203 años de independencia nacional o solamente 192, ¿cuál es la causa de celebración?, oficialmente es la Independencia y sí es tal motivo por qué no celebrar desde el 27 de septiembre de 1821 fecha de su consumación.
La repuesta a ello es dada por uno de los tachados enemigos de la patria: el General Don Porfirio Díaz, tirano dictador que sometió al pueblo a 30 años de su caprichoso mandato, el cual juntó con su grado militar se ganó a base de demostrar su lealtad a sus predecesores y como valor supremo a su país.
Si, se le debe a Porfirio Díaz, quien en primer lugar cambió la fecha de la conmemoración del centenario independentista al 15 -día de su natalicio-, siendo irrespetuoso de la historia ya que el llamado de Hidalgo fue a las primeras horas del 16 de septiembre de 1810.
Por: Antonieta Osorio Morales*