“En la búsqueda de una ciudad proactiva, lúdica y sustentable, se deben realizar iniciativas responsables para mejorar la movilidad y en consecuencia la experiencia vivencial de las personas que habitamos en ella.”
“Al caminar por las calles, experimento una cantidad de sensaciones que me es difícil describir. Observo ciclistas desenfadados inmersos en las arterias viales, en un ir y venir, cómoda y tranquilamente en aquella senda acotada; sin duda alguna los conducirá a su destino. Aquel camino se distingue diáfano, libre de obstáculo. A la vez, con el rabillo del ojo, observo a aquellos que tras el volante, abrumados, angustiados, nerviosos, no paran de mirar el reloj, el celular y todo aquello que ofrezca una distracción pueril. El tiempo se diluye entre sus manos sin poder hacer algo para retener los minutos de su vida, instantes perdidos, olvidados, abandonados, desperdiciados. Mientras tanto, ciclistas arriban emocionados, radiantes, su recorrido diario emula su visión de la vida, un futuro claro y prometedor”.
Movilidad urbana a través del tiempo
El desarrollo de las ciudades actuales se relaciona con los cambios sociales, económicos y tecnológicos; elementos que a través de los años han sido factores influyentes en el funcionamiento de las mismas.
Las vías de comunicación, que desde la época prehispánica son parte del ordenamiento territorial de un asentamiento humano, han tenido diferentes funciones y características. La conectividad de las ciudades hacia diferentes destinos es la principal función de estas vías. Añadiendo que entre ellas existen parámetros jerárquicos dependiendo del destino al que comunican. En México, el desarrollo urbano ha sido un factor vulnerable de acontecimientos políticos y sociales. En algunas etapas, peatones y carruajes coexistían en armonía; en otras, las ciudades eran escenarios de grandes batallas o zonas de inversión en infraestructura que requería el crecimiento demográfico.
El papel del automóvil
La aparición del automóvil aumenta la congestión en los centros urbanos, ocasionando problemas de contaminación al medio ambiente. El automóvil toma un papel protagónico en el desarrollo de la vida social y económica de la ciudad. Esta jerarquía promueve que las calles y avenidas pertenezcan a un creciente número de usuarios, volviéndose insuficientes y las zonas que no fueron planeadas para el uso del automóvil sean abandonadas por peatones. El espacio destinado a los peatones y la inversión de un sistema de transporte eficiente se ha reducido considerablemente. El paradigma establecido por la perspectiva del vehículo automotor, incluso, ha generado que en las ciudades se discrimine a quienes por su condición económica y social, no tienen acceso al uso del automóvil. Por ello, es importante considerar un nuevo paradigma de planeación urbana en las ciudades. La visión hacia lo sustentable se encuentra en un proceso de difusión entre la sociedad mexicana; ésta se ha ido limitando hacia tecnologías en algunos casos con costos elevados que sugieren que este es el camino para tomar parte de esta postura.
¡Cámbiate de rueda!
La línea de diseño que hoy en día, como grupo interdisciplinario proponemos, es la búsqueda constante de la equidad en los sistemas de movilidad urbana. Dignificar el uso de las calles en pro de mejorar la experiencia vivencial de cada uno de los habitantes de las ciudades. Cada proyecto debe considerar soluciones integrales y humanas para su correcto funcionamiento. Parte de esta solución toma como base la recopilación de estudios sociales, sus necesidades y problemáticas a las que se enfrentan.
Por: María Fernanda Ascobereta, Leobardo Saavedra, Ricardo Trejo, Si desea conocer el texto completo busque nuestra edición de Noviembre en todos los Sanborns del país.