La transformación digital se mantiene en tendencia debido a sus constantes descubrimientos y acompañada de estas novedades vienen medidas de seguridad para proteger de ciberataques a los usuarios y para este 2020 se pretende que las formas de proteger más utilizadas serán la biometría y la inteligencia artificial; ya que con las contraseñas de toda la vida o caracteres alfanuméricos que nos permiten acceder a nuestros servicios en la red, terminan siendo insuficientes para proteger nuestros dispositivos.
La biometría en TI es la aplicación de técnicas matemáticas y estadísticas sobre rasgos físicos o en ocasiones de conducta de una persona, para verificar su identidad. Como ejemplo podemos tomar los smartphones, en los equipos más recientes ya podemos desbloquearlos con nuestra cara o nuestras huellas dactilares. La situación aquí, es que un ciberdelincuente aprende rápidamente junto con los avances tecnológicos y a pesar de deshacernos de las contraseñas clásicas para evitar un ciberataque, los hackers encuentran la forma de acceder a los dispositivos. Como le paso a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, un ciberdelincuente reprodujo su huella dactilar con ayuda de diferentes fotografías de ella publicada por medios de comunicación cuando era ministra de defensa alemana.
Uno de los objetivos de usar la biometría es impedir o al menos complicar la tarea a los hackers, ya que la biometría del comportamiento se introduce más a fondo en el cuerpo humano, para generar contraseñas completamente únicas y complicadas de ser víctimas de ataque. Algunas de las soluciones por las que se ha apostado estos últimos años es por los latidos de corazón, ya que su morfología es especifica y diferente en cada persona, también la presión que hacemos en la pantalla.
Por: Valeri Aline Ramos
Reportera