
Uno de los principales desafíos de toda nación es generar bienestar para su población, reducir las desigualdades que existen entre regiones, comunidades rurales y urbanas, otorgando a todos oportunidades para desarrollarse. Las carreteras forman parte integral de este esfuerzo.
El objetivo primario de una carretera es comunicar, integrar regiones, acercar comunidades con el propósito de mejorar la calidad de vida de sus habitantes quienes se ven beneficiados de muchas maneras. Una carretera permite a los ciudadanos de un núcleo poblacional acceder a mercancías de otras zonas reduciendo sus costos, paralelamente genera la oportunidad de abrir nuevos mercados a los productos locales
Ofrece a la gente una forma ágil de acudir a un hospital, más allá de la clínica local. También dan oportunidad a millones de jóvenes de acceder a una educación superior, al permiten el desplazamiento a ciudades vecinas que cuentan con alguna. Al haber mejores vías de comunicación se tiene una mejor interacción con las fuerzas del orden, lo que también posibilita atender con mayor efectividad los problemas de seguridad.
Carreteras como proyecto Es así que las carreteras son mucho más que estudios de geotecnia, topografía e impacto ambiental, deben diseñarse como infraestructura creada para la gente, que responda además de las necesidades económicas y comerciales de las ciudades que conecta, a los requerimientos de las comunidades que se encuentran en su trayectoria. La clave está en entender y atender al entorno en el que se está incidiendo y a partir de ello generar una estrategia que comunique los proyectos de manera integral, transmitirlos bien, socializarlos, y ver de qué manera se pueden incorporar al modo de vida de las poblaciones mediante proyectos preferentemente productivos. No es tarea fácil entablar una comunicación con las comunidades, muchas veces resulta complicado debido a las exigencias de sus miembros, quienes buscan obtener el mayor número de ventajas a cambio de otorgar las facilidades para que los constructores concluyan su labor.
Estas comunidades demandan favores en especie u obras, solicitan maquinaria, requieren cosas que a veces no hay forma de entregarles. Entonces, se tiene que pensar de qué manera pueden ser incluidos en el proyecto, por ejemplo, si es una región en la que se pueda incorporar a los interesados en la cadena de valor para que la carretera sirva de salida para productos de la zona. Es ir al fondo, entender la forma de pensar de los pobladores, no quedarse en lo más obvio porque a veces eso termina por complicar aún más las cosas