La capacitación en las empresas debe verse en un sentido más estratégico que el que se tiene actualmente: en primer lugar, dejar de verla solamente como una obligación que debemos cumplir, ya sea por cuestiones de ley o por simplemente cumplir y “quedar bien” ante los ojos de propios y extraños.
En segundo lugar, debemos dejar de verla como un costo para la empresa, y aunque está dicho ampliamente, debemos reconocer que el valor que puede aportar la formación de los colaboradores de nuestra empresa es mayor al costo que nos representa la misma, claro está, siempre y cuando, se elija la capacitación correcta y adecuada para las necesidades de cada organización.
Quizás, este sea el verdadero reto al que se enfrentan los responsables de la contratación y selección de las capacitaciones que se les brindará a las empresas, ya que, a veces con el simple objetivo de cumplir, no nos damos cuenta de muchos detalles que a lo largo de este artículo estaremos desmenuzando.
Cuando en alguna empresa escuchas la frase de que “el personal que tienen es lo más importante para ellos” siempre viene a mi mente la respuesta: “realmente es importante o solo es una frase bonita que nos decimos para sentirnos bien”. En nuestro personal reside la verdadera ventaja competitiva que puede tener una empresa frente a su competencia. Es curioso, pero esa no la encontramos ni en las instalaciones, ni en el equipo con que contamos, o en los procesos. Realmente se encuentra en la gente.
Y nuestra relación con el personal debe ser recíproca, es decir, si nosotros exigimos:
• Compromiso
•Lealtad
• Que se “pongan la camiseta”
• Disposición
• Actitud
•Pasión por lo que hacen Lo que nos corresponde a nosotros es proporcionar tres cosas:
• Un buen ambiente laboral.
•Buena comunicación entre todos.
•Y por supuesto, formación para su trabajo. Es decir, invertir en su preparación y formación. Sin embargo, muchas empresas no quieren invertir en la capacitación de sus colaboradores, debido a situaciones de este tipo:
• Consideran que es una pérdida de tiempo para los trabajadores, cuando ese tiempo pudieran ocuparlo en vender y trabajar.
•Sienten que, aunque se les de la capacitación a sus colaboradores, siguen trabajando de la misma forma, es decir, no hay una evolución al respecto.
• Ahora también, es fácil pensar que esa información que les van a dar en un curso la pueden encontrar en internet, en un video en YouTube o en algún webinar y ahorrarse el costo.
•Y principalmente, pensar que no tiene caso invertir en una persona que igualmente puede irse de la empresa
Por: Mtro. Aldro Álvarez Cruz
Consultor empresarial y conferencista. Director de Capacitación y Competitividad Empresarial en Mi Gasolinera. Coordinador de Educación Continua en el Instituto Universitario del Sur